El gran reto de las energías solar y eólica es tener sistemas capaces de generar energía cuando no hay sol o viento, y para eso se requiere que parte de la energía solar y eólica se pueda almacenar durante un cierto tiempo como una forma de energía que más tarde se pueda liberar y envirar a la red eléctrica.
Y hay diferentes alternativas, empezando por las baterías ( que son caras y proporcionan energía durante poco tiempo ), y siguiendo por diferentes sistemas de almacenar la energía en forma de calor que se pueda liberar cuando sea necesario.
Se empezaron usando diferentes sales fundidas que se calientan y aguantan muy bien la temperatura, pero tampoco son baratas, y más recientemente se está analizando diferentes tipos de rocas que absorben bien la temperatura y durante bastante tiempo.
La esteatita y otras rocas se están explorando como un medio potencial de almacenamiento de energía sostenible. La esteatita es una piedra natural conocida por sus propiedades de absorción de calor. A menudo se usa para fabricar utensilios de cocina, chimeneas y otros objetos que deben poder soportar altas temperaturas. Otras rocas que han demostrado ser prometedoras para el almacenamiento de calor son el granito, el basalto y la dolomita.
Estas rocas tienen una serie de ventajas sobre los materiales tradicionales de almacenamiento de energía, como las baterías. Son más abundantes y menos costosos, y pueden almacenar más energía por unidad de volumen. También son más duraderos y pueden soportar temperaturas extremas.
Hay varias formas en que las rocas se pueden usar para almacenar energía térmica. Una forma es utilizarlos para construir muros de masa térmica. Estas paredes están hechas de rocas que se calentaron y luego se dejaron enfriar. El calor almacenado en las rocas se puede liberar lentamente, proporcionando una fuente constante de calor para un edificio.
Otra forma de utilizar rocas para almacenar calor es construir colectores solares térmicos. Estos colectores usan espejos o lentes para enfocar la luz solar sobre un material absorbente de calor, como una roca. El calor de la luz solar luego se transfiere a la roca, que luego puede almacenarlo para su uso posterior.
Las rocas también se pueden usar para almacenar calor en sistemas de sal fundida. La sal fundida es un líquido que puede almacenar mucha energía térmica. A menudo se usa en plantas de energía solar térmica, donde se calienta con el sol y luego se usa para generar electricidad.
El uso de rocas para el almacenamiento de calor tiene una serie de beneficios potenciales. Es una forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente de almacenar energía. También es una forma rentable de almacenar energía y se puede utilizar para almacenar grandes cantidades de energía.
Sin embargo, también existen algunos desafíos asociados con el uso de rocas para el almacenamiento de calor. Un desafío es que las rocas pueden ser quebradizas y agrietarse si no se manipulan adecuadamente. Otro desafío es que las rocas pueden absorber humedad, lo que puede provocar corrosión y degradación.
A pesar de estos desafíos, el uso de rocas para el almacenamiento de calor es un área de investigación prometedora. Es una forma potencial de almacenar energía de manera sostenible y rentable.
Aquí hay algunos detalles adicionales sobre el uso de esteatita y otras rocas para almacenar calor:
La esteatita es una piedra natural que se compone de talco y magnesita. Es una roca suave y densa, resistente al calor y no tóxica. La esteatita se ha utilizado durante siglos para una variedad de propósitos, que incluyen cocina, chimeneas y esculturas.
El granito es una roca ígnea dura que se compone de cuarzo, feldespato y mica. Es un buen conductor del calor y se puede utilizar para almacenar energía térmica. El granito también es un material resistente y duradero.
El basalto es una roca ígnea oscura de grano fino que se compone de piroxeno, anfíbol y olivino. Es un buen conductor térmico y se puede utilizar para almacenar energía térmica. El basalto también es un material relativamente económico.
La dolomita es una roca sedimentaria que se compone de carbonato de calcio y magnesio. Es un buen conductor térmico y se puede utilizar para almacenar energía térmica. La dolomita también es un material relativamente económico.
El uso de rocas para el almacenamiento de calor es una nueva tecnología prometedora que tiene el potencial de revolucionar la forma en que generamos y usamos la energía. Mediante el uso de rocas para almacenar calor, podemos reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y crear un futuro energético más sostenible, y además a un coste razonable
El uso de rocas para el almacenamiento de calor es un campo de investigación en crecimiento. A medida que la tecnología continúa desarrollándose, podemos esperar ver aún más aplicaciones para esta tecnología innovadora.