Controlar la autonomía de un coche eléctrico no es nada fácil, y eso genera cierta ansiedad en los conductores, por tener dudas de si serán capaces de llegar a su destino. La idea de esta reflexión me ha venido después de hablar con el propietario de un coche eléctrico, que se detuvo a recargar su coche a unos 70 Km. de Madrid porque no estaba seguro de llegar a su destino.
La autonomía de un coche depende mucho de las condiciones de la carretera, del tráfico, de la velocidad, etc … Por ejemplo, un coche consume más en las curvas por el aumento de la resistencia de las ruedas al rozar con el asfalto. También se consume más energía si el asfalto es irregular, y dependiendo del tiempo y de la temperatura, de la congestión del tráfico, etc ….
En definitiva, conocer con precisión la autonomía de un coche eléctrico requiere cálculos complejos, y hoy los vehículos dan una información muy aproximada e imprecisa, y por si acaso los conductores se curan en salud y acuden a recargar antes de lo necesario.
Y si esto sucede con los coches, imaginaros lo que pasa con los autobuses eléctricos. Lo mismo pero amplificado, porque en un autobús viajan muchas personas y el servicio no se puede quedar detenido en la carretera.
Cada día se utilizan más autobuses eléctricos en muchas ciudades del mundo, pero Holanda está a la cabeza de esa tendencia. Allí es donde se están vendiendo ( en proporción ) más autobuses eléctricos, superando el 70% de las nuevas ventas. Y calcular la autonomía de sus servicios es un problema serio para poder aprovechar los recursos que tienen.
Y en Holanda hay gente ( como Camiel Beckers ) de la Universidad de Eindhoven trabajando en generar sistemas de control de la batería de un vehículo, para determinar con precisión la autonomía de la misma. Para ello utilizan herramientas de Inteligencia Artificial para obtener modelos de comportamiento de los vehículos, y mejorarlos con los datos obtenidos de la realidad.
Con el tiempo van obteniendo más datos, que se incorporan al sistema y lo van haciendo más preciso. Están trabajando con los autobuses de la ciudad de Eindhoven, y comprueban que el sistema se va haciendo más inteligente y acierta mejor en sus previsiones de autonomía de los buses, habiendo llegado a un error menor del 10%.
Creo que es un trabajo importante y deben de ser reconocidos por ello, pues además de los autobuses, pueden ayudar pronto a los coches eléctricos, y algún día a los camiones eléctricos.
Los conductores de vehículos eléctricos necesitan conocer con cierta precisión la autonomía de su coche para saber si va a llegar o no a su destino, y saberlo con la antelación adecuada para decidir recargarlo a tiempo.
En teoría, sabiendo el punto de origen y el de destino, con la estimación del tráfico, del tiempo climático esperado, etc … antes de salir de viaje se puede hacer una simulación de si necesita recargar por el camino, o no. Y capturando los datos de lo sucedido en el viaje, el sistema se va haciendo más preciso y ayudándonos mejor.
Nos quedan por ver muchas mejoras en todos los ámbitos.
Excelente artículo, muy bien detallado y plasmado alguna de las realidades de los vehículos eléctricos, sin embargo, la tecnología en esto vehículo va cada vez a más y los nuevos modelos son más precisos a la hora de indicar la autonomía real que tiene el vehículo. ¡Gracias!
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