El amoniaco (NH3) ha sido presentado hasta hace poco como una alternativa prometedora a los combustibles fósiles en el transporte marítimo. Su principal atractivo radica en su capacidad de combustión sin generar emisiones de CO2, un factor crucial para combatir el cambio climático. Sin embargo, investigaciones recientes han puesto en tela de juicio la sostenibilidad del amoniaco como combustible marino, debido a la generación de otros gases contaminantes, como el óxido nitroso (N2O).
El N2O es un gas de efecto invernadero con un potencial de calentamiento global 298 veces superior al CO2. Su emisión durante la combustión del amoniaco representa un desafío significativo para la viabilidad ambiental de este combustible.
Las investigaciones estiman que las emisiones de N2O del amoniaco podrían ser comparables o incluso superiores a las del fuelóleo pesado, el combustible marino convencional. Esto significa que, si bien el amoniaco no produce CO2, su uso podría tener un impacto negativo en el calentamiento global a corto plazo.
A pesar de los desafíos, la búsqueda de soluciones sostenibles para el transporte marítimo continúa. Diversas estrategias se están explorando para minimizar las emisiones de N2O del amoniaco, ajustando y mejorando los procesos de combustión. Y también usando filtros y catalizadores para eliminar el N2O de los gases de escape.
Es importante recordar que el tiempo apremia, pues el objetivo de ser sostenibles en el año 2050 está cada vez más cerca y al día de hoy no se tiene una solución factible, y la descarbonización del transporte marítimo es una de las tareas urgentes para mitigar el cambio climático.
Si bien el amoniaco no es una solución perfecta, ofrece una alternativa viable a los combustibles fósiles y podría contribuir a la transición hacia un futuro más sostenible. La colaboración entre gobiernos, empresas e investigadores será fundamental para superar los desafíos y ver si es posible convertir el amoniaco en una opción viable para un transporte marítimo más limpio.
Y si no lo fuese, es necesario encontrar cuanto antes una solución viable, y que lo sea en un plazo no demasiado largo. He leído ideas que promueven utilizar la energía nuclear, que podría ser viable pero tampoco es nada rápida.
Y mientras tanto se siguen construyendo grandes barcos de transporte y enormes cruceros que seguirán contaminado el medio ambiente durante decenas de años.
Tengo claro que el objetivo de disponer de un transporte marítimo sostenible en el año 2050 es otro objetivo climático que no va a cumplirse.