Así es lamentablemente, la deforestación sigue aumentando en la región del Amazonas, a pesar de las promesas de los dirigentes políticos brasileños.
La deforestación ha aumentado en el Amazonas más de un 20% en los últimos años ( 2020-21 ) según se puede ver en un obtenido de los datos aportados por la organización brasileña PRODES.
Adaptando la curva al día de hoy ( año 2021 ) se puede deducir que la deforestación del Amazonas está a los niveles del año 2007 ( casi 15.000 km. cuadrados al año ) y creciendo, lo cual es un signo preocupante de la falta de acción del gobierno brasileño.
En la actualidad estos datos se miden por medio de satélites que controlan lo que sucede en todo el mundo en tiempo real. Obtener esta información es sencilla y el gobierno brasileño dispone de ella. Si la deforestación del Amazonas aumente es porque el gobierno lo permite.
Y el motivo inmediato es el dinero. En las zonas deforestadas se siembran otros cultivos o se dedican a la ganadería, y ambas actividades generan beneficios a corto plazo.
Hoy los países no perciben ingresos por su “actividad” de conservación de nuestra atmósfera, y eso debería de cambiar. Si queremos que los países menos desarrollados mantengan sus selvas y sus bosques, esa actividad debería tener un “valor” y obtener unos “ingresos” por ella.
De esa manera se cambiaría la manera de pensar y de actuar. Al final todo se reduce a dinero. Si algo genera ingresos económicos se cuida y se conserva, y si no se abandona. Hoy no nos podemos permitir ningún tipo de deforestación y se deberían de repoblar y regenerar nuestras zonas verdes.
En la última COP26 del Cambio Climático los países acordaron aportar 100 billones de dólares anuales a esta acción, pero está por ver que lo hagan y que los países reciban de verdad los ingresos que les corresponde por mantener nuestra Naturaleza.
Esa promesa ya la hicieron hace unos años y nunca se ha llegado a cumplir. Esperemos que ahora sea diferente después de que TODOS hemos visto que nuestro clima sigue empeorando a pasos agigantados, y que los políticos de todo el mundo actúen con la celeridad debida.
Yo soy bastante escéptico al respecto y nada me gustaría más que equivocarme.