Todo el mundo está investigando en el campo de las baterías, porque es una de las claves sobre la que gira la nueva electrificación que se nos viene encima, tanto de los coches como de los sistemas para almacenar energía eléctrica que pueda ser utilizada más tarde.

Hoy las baterías estándar son de litio, que son costosas y que necesitan materiales especiales y escasos para ser producidas. Y además para conseguir el litio se consumen enormes cantidades de agua, que cada día también es menos abundante.  Urge por tanto encontrar alternativas más económicas y sobre todo más sostenibles con nuestro entorno natural, y hacerlo lo más rápido posible.

Una de las posibilidades que se ha comentado recientemente lo han publicado en la revista  Nature  unos investigadores del MIT y otras Universidades. Se trata de una nueva batería basada en 3 materiales ( se pueden ver en la foto inferior ) muy comunes en la naturaleza: aluminio, sulfuro y cristales de sal.

A la hora de realizar sus desarrollos, los investigadores empezaron pensando en los materiales más comunes en la naturaleza y que podrían ser capaces de formar parte de una batería. Eliminado a unos y preseleccionando a otros, llegaron a concretar en los tres indicando anteriormente.

Con el aluminio y el sulfuro forman parte del ánodo y del cátodo de la batería, y unas sales forman parte del electrolito entre ellos. Estas sales tienen la ventaja de no formar “dentritas” durante los cicles de carga y descarga, por lo que son más estables que las baterías de litio, y además esta batería no arde.

Los costos que se estiman son del orden de un sexto de las baterías de litio actuales ( es una primera estimación de momento ), y se han hecho pruebas de recarga en poco más de un minuto. Pero quedan todavía muchas pruebas por hacer.

Con estas nuevas baterías se podrían conseguir unidades que aportasen capacidades de varias decenas de KW/h., las cuales serían muy apropiadas para alimentar coches y las necesidades de viviendas unifamiliares.

Y para mayores capacidades de potencia, disponen otro tipo de batería con diferente composición química que pueden llevar al mercado. Y como no son tontos, con el objetivo de llevar el mercado ambos tipos de baterías, han formado dos empresas para negociar contratos de transferencia tecnológica.

La noticia parece demasiado buena para ser verdad y espero que así sea, pero de momento habrá que esperar unos años ( espero que no demasiados ) para ver resultados prácticos.

Ojalá que tengamos pronto baterías sostenibles, baratas eficientes y fiables. Serían un gran punto de apoyo para conseguir la revolución eléctrica que necesitamos realizar.

Amador Palacios

Por Amador Palacios

Reflexiones de Amador Palacios sobre temas de Actualidad Social y Tecnológica; otras opiniones diferentes a la mía son bienvenidas

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