La Unión Europea fija el año 2035 para prohibir la venta de coches contaminantes, pero lo más importante es que hay otros países y/o Estados que hacen lo mismo. El Estado de California ha anunciado hace no mucho una norma similar, y eso en los USA tiene mucho peso, pues otros estados van a seguir su camino.
California es el estado norteamericano que tiene más automóviles, y el transporte genera allí casi el 40% de su contaminación. Quizás por eso ha sido desde hace más de 40 años un estado pionero en la eficiencia energética de los coches, y donde más coches eléctricos se venden de todos los USA.
La prohibición de California de vender coches contaminantes en el año 2035, lleva dos fases previas. En el año 2026 el 35% de los coches vendidos deben de cumplir esos requisitos no contaminantes, y en el año 2030 el 68% de los coches que se vendan. Para llegar al 2035 con el 100% de los nuevos coches.
Creo que es un reto, y que es necesario hacerlo, y estoy seguro que otros muchos estados seguirán por el mismo camino. Pero es un reto con dificultades de varios tipos.
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Desde disponer de los suficientes puntos de recarga para que los coches puedan realizar desplazamientos de varios cientos de kilómetros, hasta reforzar las redes eléctricas para que sean capaces de abastecer a muchos nuevos usuarios.
También habrá que invertir en la generación de energía eléctrica por medios no contaminantes, en especial solar y eólica, para que los coches se muevan de manera realmente sostenible.
Sin olvidar los materiales de las baterías que hoy son escasos y caros, y los problemas logísticos de la escasez de ciertas materias primas.
Hoy los coches eléctricos son más caros que los de gasolina porque las baterías son caras, y porque los fabricantes de coches quieren aprovechar que los clientes desean este tipo de coches. Con el paso del tiempo la competencia aumentará y los precios serán similares o menores que los de gasolina.
Las baterías, con el tiempo bajarán su coste, mejorarán la energía que aporten ( con lo que los coches tendrán mayores autonomías ) y tendrán recargas más rápidas, usando materiales más comunes y menos escasos.
Los retos son muchos y variados, pero eso sucede siempre cuando se producen cambios profundos como se van a producir. El coche eléctrico supone un cambio enorme ( algunos lo llaman revolución ) respecto a los más de 100 años del coche de combustible, y no está claro quienes van a liderar este cambio.
La lucha está servida.