Creo que las mayores limitaciones de un coche eléctrico son la autonomía de la batería y su tiempo de recarga cuando se realiza un viaje. Hoy esos tiempos de recarga son largos y pueden llegar a superar una hora, dependiendo del cargador que se use.
Todo el mundo está trabajando en resolver ambos problemas buscando nuevas composiciones de baterías, pero hasta que eso llegue se habrán vendido millones de coches eléctricos que ya estarán circulando por las carreteras.
El hecho de recargar las baterías con un super-cargador de alta potencia puede afectar a las células de la batería y acortar su tiempo de vida. Es algo complejo y delicado de realizar.
He leído que unos investigadores del Idaho National Laboratory han desarrollado un nuevo algoritmo de carga que puede recargar una batería hasta el 90% de su capacidad de carga en unos 10 minutos, y que ese software se puede aplicar a coches que ya están circulando.
Hay modelos de coches eléctricos de “alta gama” que pueden ser recargados con super-cargadores hasta el 80% de su capacidad de carga en unos cuantos minutos, pero la mayoría de los coches no son así.
El nuevo algoritmo de carga basado en Inteligencia Artificial, es capaz de ajustar la corriente y el voltaje aplicado a la batería durante el proceso de carga, para cargarla de la manera más rápida posible manteniendo la salud de la batería a largo plazo.
El protocolo desarrollado utiliza “machine learning” para simular como evoluciona la batería cuando recibe cargas rápidas, con un algoritmo que analiza más de 20.000 datos de la batería.
Ya han conseguido cargar baterías hasta el 90% de su carga en 10 minutos, y lo mejor es que el software se puede aplicar a las baterías y cargadores actuales, como una actualización del software del sistema de gestión de las baterías.
Y esto es muy interesante, porque estas mejoras en los tiempos de recarga, pueden hacer que los fabricantes de coches eléctricos decidan colocar baterías más pequeñas en sus vehículos, abaratando más rápidamente el coste de los mismos.
La batería es el componente más costoso de un coche eléctrico, y según como evolucionen, así lo harán los coches. En la evolución de las baterías está la “llave” de la evolución de los coches eléctricos.