Los coches eléctricos todavía apenas son el 2,5% de los coches que circulan por las carreteras, y aún se siguen vendiendo una mayoría de coches con motores de combustibles fósiles, y estos coches seguirán contaminando durante decenas de años después de que su venta haya sido prohibida.

Además, del orden de 14 millones de coches usados ( y contaminantes ) se venden cada año desde los países ricos a los países menos desarrollados, y esos coches seguirán contaminando en esos países también durante muchos años después del año 2050.

Pero por otro lado hay cada día más personas que son sensibles al tema de la contaminación de sus vehículos, y que desean seguir usando sus viejos coches clásicos. Y algunos de ellos están dispuestos a gastarse un dinero para hacer que sus coches pasen a ser totalmente eléctricos.

Y esta conversión no es nada barata. Tienen que eliminar el motor de combustión interna y en general la transmisión, e instalar una nueva batería, un motor eléctrico y su sistema de gestión, y modificar algunos componentes para que funcionen con el nuevo motor eléctrico. Y como la batería es muy pesada, también deben de reforzar la estructura del chasis y cambiar las ruedas

Hay ya bastantes empresas dedicadas a estos trabajos “de artesanía” para los que tienen el capricho de mantener sus “viejos coches” funcionando de manera sostenible, y los precios varían mucho según el modelo del coche. Pueden costar más de 50.000 euros para un Wolkwagen, y entre 100.000 y 500.000 para un Jaguar o un Rolls-Royce. En general sale más caro modificar un coche clásico que comprar un coche nuevo eléctrico.

Pero para los que tienen dinero y desean al capricho de mantener sus coches clásicos este nicho de mercado está en auge, y los que lo hacen saben que su coche se convierte en un objeto único y exclusivo. Algunas empresas tienen lista de espera y dan plazos de entrega para sus trabajos de hasta dos años.

Hay que tener mucho cuidado al realizar estas conversiones y recurrir a empresas especializadas y reconocidas por su seriedad. Y por supuesto tener en cuenta las regulaciones de cada país para que nos permitan circular con nuestro nuevo coche.

Yo supongo que según pase el tiempo, aparecerán en el mercado nuevos componentes ( baterías, motores eléctricos, etc … ) más accesibles y más económicos, y lo que hoy es cosa de ricos acabará bajando sus costes y más personas accederán a modificar sus coches a precios más moderados.

Creo que es un nicho de mercado que seguirá creciendo. Hay millones de coches por reconvertir, siempre que el precio sea el adecuado.

Por Amador Palacios

Reflexiones de Amador Palacios sobre temas de Actualidad Social y Tecnológica; otras opiniones diferentes a la mía son bienvenidas

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