Todos los años se tiran a la basura millones de toneladas de productos que tienen en su interior componentes electrónicos ( también llamado e-waste ) , como pueden ser: juguetes, cargadores de móviles, móviles, cepillos dentales, etc…. Una enorme multitud de diferentes productos, pues hoy la electrónica se ha introducido en todo tipo de productos.
La cantidad de basura electrónica que se genera en el mundo es cada vez mayor. En 2022, se produjeron 53,6 millones de toneladas de e-waste, lo que supone un aumento del 9,2% respecto al año anterior. Se estima que esta cifra aumentará hasta los 74,7 millones de toneladas en 2030, y el principal problema es que los productos electrónicos tienen casi siempre productos peligrosos para la salud, como plomo y otros.
Además del impacto ambiental, también se produce un impacto social pues mucho de este tipo de material se lleva a países del llamado tercer mundo y allí se intenta aprovechar lo que se puede, pero sin aplicar medidas protectoras para los trabajadores y para el medio ambiente. Y ambos resultan dañados.
Y esto de la llamada basura electrónica es un problema global del que nosotros también participamos, y en mi opinión las soluciones principales son dos.
En primer lugar, tenemos que aprovechar los productos al máximo ( reparando si es preciso ) y no desprenderse de ellos por motivos de las “novedades” y de otras tonterías que nos sugieren los fabricantes para vendernos más.
Y en segundo lugar, con el reciclaje adecuado de los productos, para intentar recuperar los materiales de los residuos, y que de esa manera puedan volver a ser utilizados.
Se puede ver un vídeo al respecto en : https://youtu.be/vufLW4xOsS4
Esto se dice muy fácil pero no siempre se hace, a pesar de que en la mayoría de las ciudades se dispone de medios para recoger este tipo de basura. Es un tema de mentalizarnos, intentando acabar con la mentalidad consumista de comprar y tirar, por barato que sea el producto.
Tenemos que hacer que los productos nos duren el máximo. Lo cual no es algo muy difícil.
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