El transporte es responsable de una parte significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial. Los vehículos de carretera, en particular, son una fuente importante de emisiones de CO2, que contribuyen al cambio climático.
En los últimos años, se han desarrollado una serie de tecnologías para capturar y almacenar el CO2 (CCS) de las emisiones de los vehículos. Sin embargo, estas tecnologías suelen ser caras y complejas, y no siempre son viables para vehículos en movimiento.
Un equipo de investigadores de la Universidad de California, Berkeley, ha desarrollado un nuevo método para capturar emisiones de carbono en vehículos en movimiento que puede capturar y almacenar el 50% de las emisiones de CO2 de los camiones.
El método se basa en un sistema de adsorción de presión diferencial que utiliza un material adsorbente llamado zeolita. El material adsorbente se coloca en un cartucho que se monta en el tubo de escape del vehículo.
A medida que el vehículo se mueve, los gases de escape pasan a través del cartucho. El CO2 se adhiere al material adsorbente, mientras que los otros gases de escape pasan a través del cartucho sin ser afectados.
El cartucho se descarga periódicamente en una instalación de almacenamiento de CO2. El CO2 se puede almacenar en forma líquida o sólida, o se puede inyectar en el subsuelo.
El equipo de investigación ha probado el método en un camión diésel de 18 ruedas. El sistema pudo capturar y almacenar el 50% de las emisiones de CO2 del camión.
El nuevo método tiene una serie de ventajas sobre las tecnologías de CCS existentes. Es más eficiente y menos costoso que los sistemas de captura de postcombustión, que requieren que los gases de escape se enfríen y compriman antes de que se puedan capturar.
Además, el sistema es más compacto y ligero que los sistemas de captura de precombustión, lo que lo hace más adecuado para su instalación en vehículos en movimiento. El equipo de investigación está trabajando para mejorar el rendimiento del sistema, y esperan aumentar la eficiencia de captura de CO2 hasta el 70%.
El método es particularmente prometedor para su uso en camiones, que son una fuente importante de emisiones de CO2. Los camiones diésel son responsables de aproximadamente el 20% de las emisiones de CO2 del transporte en los Estados Unidos y Europa.
El método también podría ser utilizado en otros vehículos de carretera, como autobuses y automóviles. Sin embargo, es probable que no sea rentable de instalar en estos vehículos más pequeños.
Este nuevo método aún se encuentra en las primeras etapas de desarrollo. Sin embargo, el equipo de investigación está trabajando para mejorar el rendimiento del sistema y hacerlo más rentable, y más fácilmente escalable.
Si el método es exitoso, podría convertirse en una tecnología importante para la reducción de las emisiones de CO2 del transporte. Pero claro, el nuevo método aún tiene algunos retos que debe superar antes de que pueda ser ampliamente adoptado.
Uno de los retos es el costo. El sistema es más caro que las tecnologías de CCS existentes. Sin embargo, el equipo de investigación espera reducir el costo del sistema a medida que se desarrolle.
Otro reto es la eficiencia. El sistema es actualmente un poco menos eficiente que las tecnologías de CCS existentes, y el equipo de investigación está trabajando para mejorar la eficiencia del sistema.
Este nuevo método para capturar emisiones de carbono en vehículos en movimiento es una tecnología prometedora que tiene el potencial de reducir significativamente las emisiones de CO2 del transporte, y podría ser otra tecnología más que ayudase a la lucha contra la Crisis Climática.
Todas las aportaciones que disminuyan la contaminación que generamos con los transportes son bienvenidas, aunque no debemos de olvidar que el objetivo último es tener un sistema de transportes totalmente sostenible lo antes posible.