Los dispositivos electrónicos consumen energía para funcionar, y una parte importante de esa energía se dedica a refrigerar los componentes electrónicos, en especial a los procesadores que realizan los cálculos.
Si miramos por dentro a nuestro ordenador personal, veremos que hay un disipador colocado sobre el chip de cálculo, y algún ventilador para extraer parte del calor al exterior. Porque el calor mata a los componentes electrónicos.
En el caso de los grandes sistemas de servidores, y otros sistemas de computación, se estima que consumen el 20% de la energía eléctrica que consumimos, y reducir ese consumo es una prioridad importante.
Unos investigadores han descubierto un hidrogel que absorbe humedad, y si se coloca rodeando a ciertos componentes electrónicos críticos, cuando estos se calientan expulsa la humedad que había absorbido y reduce su temperatura. Y de esa manera el componente se refrigera.
Hoy para refrigerar los equipos electrónicos se utiliza mucha energía eléctrica, y una gran cantidad der agua. La utilización de este hidrogel ( y de otros similares que aparezcan ) reduciría de manera sensible ese consumo, y todos saldríamos ganando.
En unas pruebas realizadas sobre un circuito electrónico, el disipador térmico como los actuales redujo la temperatura del componente en 8 ºC, y en el mismo circuito el hidrogel la redujo en 20ºC. La diferencia es más que apreciable.
A veces los procedimientos sencillos son los que producen mejores resultados, pues cuanto más sencillos son, menos problemas originan.
Como tantas veces se dice: lo mejor es enemigo de lo bueno. Y cuanto más sencillo sea, mejor.