Todos somos conscientes del enorme engorro que supone manejarse por las múltiples web’s que hay en Internet y utilizar las contraseñas para acceder a muchas de ellas.
Las contraseñas son como llaves de seguridad que usamos para acceder a esas web’s, pero es verdad que al utilizar decenas de web’s, el manejo de las contraseñas en general diferentes para cada una, hace que sea engorroso su uso, y por eso hay en el mercado deferentes posibilidades de plataformas que por un módico precio nos aseguran que gestionan esas contraseñas dentro de su sistema y prometen hacernos la vida más fácil.
Y es cierto que muchísima gente las utiliza ( millones de personas ) debido a esa comodidad de uso, pero como todos sabemos en Internet no hay casi nada “seguro”, y en todos los lugares se pueden colar los hackers.
También en los gestores de contraseñas. De vez en cuando aparecen noticias de incursiones de hackers en portales gestores de contraseñas, y hace poco ha sucedido con uno de los más famosos: LastPass.
Al de unos días de haber sucedido el hecho, la empresa PastPass ha tenido que declararlo y sugerir a sus clientes que para su seguridad sería mejor que modifiquen las contraseñas de sus sitios web. O sea, que ellos no han sido capaces de proporcionar a sus clientes la seguridad que les ofrecían. Cosas de la vida.
Luego vienen una serie de explicaciones técnicas para intentar tranquilizar a esos clientes, pero la realidad es la que es. Que sus contraseñas están en riesgo, y que por si acaso, mejor si las cambian cuanto antes.
Lamento lo que les ha pasado a esta gente de PastPass y a sus clientes, pero como decía antes en Internet nadie estamos seguros de nada. Y hemos de ser conscientes de ello.
Al colocar algo en una nube o en un ordenador, hemos de ser conscientes de ese riesgo. Será más o menos pequeño, pero es posible.
Como no nos roban las contraseñas es si las escribimos en un papel y las guardamos en un cajón de nuestra casa. Pero es verdad que su gestión es bastante engorrosa.
Cada cual que elija la opción que más le guste.