La inteligencia artificial (IA) es una tecnología emergente que está transformando la forma en que vivimos y trabajamos. La IA se utiliza en una amplia gama de aplicaciones, desde el reconocimiento facial hasta la conducción autónoma. A medida que la IA se vuelve más sofisticada, también se vuelve más intensiva en energía.
Los centros de datos son instalaciones que albergan servidores, de almacenamiento de datos y otros equipos informáticos. Estos equipos consumen mucha energía para funcionar. Y la llegada de la IA es una de las principales causas del aumento del consumo de energía en los centros de datos.
La IA afecta al consumo de energía de los centros de datos de varias maneras. En primer lugar, la IA requiere un gran número de datos para entrenarse. Estos datos deben almacenarse en servidores, que consumen energía. En segundo lugar, la IA requiere un gran poder de procesamiento para ejecutarse. Los servidores que ejecutan modelos de IA consumen mucha energía. En tercer lugar, la IA requiere refrigeración para mantener los servidores a una temperatura adecuada. El enfriamiento de los centros de datos es otra de las principales fuentes de consumo de energía.
El impacto de la IA en el consumo de energía de los centros de datos es significativo. Según un informe de la Agencia Internacional de la Energía, el consumo de energía de los centros de datos podría aumentar un 18 % para 2025. Este aumento se debe en gran parte al aumento del uso de la IA.
Solo para información, se estima que los Centros de Datos consumen unos 200 TWh. al año. Se espera que Nvidia ( la principal empresa de servidores de IA ) entregue este año 100.000 servidores de IA, que podrían consumir unos 8 TWh. al año, y se estima que para el año 2027 puedan entregar del orden de 1,5 millones de servidores que consumirían unos 120 TWh. al año. Esto nos da una idea de la importancia que tienen los Centros de Datos con capacidad de IA en el consumo de energía a nivel mundial.
El aumento del consumo de energía de los centros de datos tiene varias implicaciones. En primer lugar, aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero. Los centros de datos son responsables de alrededor del 2 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. En segundo lugar, aumenta los costes de energía. Los centros de datos son una de las principales fuentes de consumo de energía en el mundo. En tercer lugar, aumenta la vulnerabilidad a las interrupciones del suministro eléctrico. Los centros de datos son dependientes de una fuente fiable de energía.
Existen varias soluciones para reducir el efecto del consumo de energía de los centros de datos. Una solución es utilizar fuentes de energía renovables. Las fuentes de energía renovables, como la energía solar y la energía eólica, no emiten gases de efecto invernadero. Otra solución es utilizar equipos más eficientes, y de hecho los equipos nuevos son más eficientes y consumen menos energía.
La IA también puede utilizarse para reducir el consumo de energía de los centros de datos. La IA puede utilizarse para optimizar el uso de energía de los centros de datos. Por ejemplo, la IA puede utilizarse para ajustar automáticamente la temperatura de los centros de datos en función de la demanda, etc ….
Está muy claro que la IA está aquí para quedarse, pero también está muy claro que su gran potencia de cálculo necesita una mayor aportación de energía, y esto tiene su parte negativa que hay que gestionar.
El PROBLEMA ( con mayúsculas ) es que este incremento del consumo de energía a nivel mundial debería provenir de fuentes no contaminantes, y de momento esto no está sucediendo.
¿ Cuándo daremos la vuelta a esta situación ? No está nada claro.