Los denominados “minerales raros” ( también llamados “tierras raras” ) son aquellos que tienen una concentración inferior al 0,001 % en la corteza terrestre. Se caracterizan por sus propiedades físicas y químicas únicas, que los hacen esenciales para una amplia gama de tecnologías.
El uso de minerales raros ha aumentado significativamente en las últimas décadas, debido a la creciente demanda de productos tecnológicos. Los minerales raros se utilizan en una amplia gama de aplicaciones, incluyendo:
- Electrónica: los minerales raros son esenciales para la fabricación de componentes electrónicos, como los imanes permanentes, los condensadores y los semiconductores.
- Energía: los minerales raros se utilizan en la fabricación de turbinas eólicas, paneles solares y baterías.
- Automoción: los minerales raros se utilizan en la fabricación de motores eléctricos, baterías y sistemas de seguridad.
- Defensa: los minerales raros se utilizan en la fabricación de armas, municiones y sistemas de navegación.
Esta tendencia al aumento del uso de minerales raros se espera que continúe en el futuro. Y eso se debe a una serie de factores, incluyendo:
- El crecimiento de la población mundial: el aumento de la población mundial está generando una mayor demanda de productos tecnológicos, que requieren minerales raros.
- La transición energética: la transición hacia una economía baja en carbono está impulsando la demanda de minerales raros, que se utilizan en la fabricación de tecnologías de energía renovable.
- La innovación tecnológica: la innovación tecnológica está dando lugar a nuevos productos y aplicaciones que requieren minerales raros.
El aumento del uso de minerales raros plantea una serie de desafíos, entre los que se incluyen:
- La seguridad del suministro: la producción de minerales raros está concentrada en un pequeño número de países, lo que plantea riesgos para la seguridad del suministro.
- La sostenibilidad ambiental: la extracción y el procesamiento de minerales raros pueden tener un impacto negativo en el medio ambiente.
Para abordar estos desafíos, es necesario desarrollar nuevas fuentes de minerales raros y mejorar la eficiencia en su uso. Y por supuesto que también es muy importante desarrollar tecnologías alternativas que no requieran el uso de estos minerales.
Las principales fuentes de minerales raros son China, Australia, Brasil y Rusia. China es el principal productor y consumidor mundial de minerales raros, con una cuota de mercado superior al 80 %, y esto suele generar tensiones en el suministro de estos materiales.
La concentración de minerales raros en la corteza terrestre es muy baja, lo que dificulta su extracción. La extracción de minerales raros suele ser un proceso complejo y costoso, y en muchos casos tiene un impacto negativo en el medio ambiente. Y algo parecido sucede con el procesamiento de estos minerales, pues suelen requerir productos tóxicos que contaminan el agua, el suelo y el aire.
Como decía antes, resulta muy importante la innovación tecnológica para reducir el uso de minerales raros. Y de hecho, ya se está utilizando la Inteligencia Artificial para que ayude a descubrir nuevos “componentes” que sustituyan a estos minerales en un futuro próximo
Queda mucho camino por hacer, pero al día de hoy dependemos de esos minerales raros para muchos de los avances tecnológicos de los que “disfrutamos”, con los “`problemas” que eso conlleva. Y eso no se va a resolver de un día para otro.