Una parte no despreciable del futuro del transporte marítimo pasa por los barcos sin tripulación, también conocidos como buques autónomos o “drones marítimos”, los cuales son una tecnología emergente que puede revolucionar este transporte. Estos barcos son capaces de navegar y operar sin la necesidad de una tripulación humana a bordo, lo que ofrece una serie de ventajas y desafíos que vale la pena analizar.

Las ventajas son bastante evidentes:

  • Seguridad: Al eliminar el factor humano, se reduce el riesgo de accidentes causados por errores humanos, como la fatiga o la falta de atención.
  • Eficiencia: Los barcos sin tripulación pueden navegar de forma más eficiente, optimizando rutas y velocidades para ahorrar combustible y reducir emisiones.
  • Costos: La ausencia de tripulación significa un ahorro significativo en costes de alojamiento, alimentación, salarios y seguridad social.
  • Flexibilidad: Los barcos sin tripulación pueden ser utilizados para tareas que son demasiado peligrosas o difíciles para los humanos, como operar en aguas turbulentas o zonas de conflicto.
  • Nuevos empleos: La industria de los barcos sin tripulación generará nuevos empleos en áreas como la ingeniería, la programación y el control remoto.

Y también son evidentes los retos a los que se enfrentan:

  • Tecnología: La tecnología para operar barcos sin tripulación aún está en desarrollo y requiere de pruebas y mejoras para garantizar su seguridad y confiabilidad.
  • Regulaciones: No existe un marco regulatorio claro para la operación de barcos sin tripulación, lo que genera incertidumbre jurídica y riesgos legales.
  • Piratería y ciberseguridad: Los barcos sin tripulación son más vulnerables a ataques de piratas informáticos, lo que exige medidas de seguridad cibernética robustas.
  • Impacto laboral: La automatización del transporte marítimo podría generar desempleo entre los trabajadores del sector.
  • Aceptación social: La idea de barcos navegando sin tripulación humana puede generar desconfianza y resistencia entre la población.

A pesar de estos desafíos, la tendencia indica que los barcos sin tripulación se irán incorporando gradualmente al transporte marítimo. Se espera que para el año 2030, un 10% de los buques mercantes sean completamente autónomos, y en la actualidad ya hay bastantes realizando diferentes tareas en Europa, Asia, etc …. y con tendencia a aumentar.

He visto una empresa naval inglesa que se dedica a realizar barcos sin tripulantes, y su WEB es : https://www.sea-kit.com

Y estoy seguro que esta actividad no hará más que aumentar.

Si pensamos un poco, la mayor parte del tiempo cuando el barco navega por alta mar, el principal problema es mantener su ruta y no chocarse contra otros barcos, cosa que no es muy difícil de conseguir con los medios tecnológicos actuales.

Los momentos críticos son cuando se aproxima y navega por un puerto, o en condiciones de mala mar. En esos casos los sistemas de control del barco deben de ser más sofisticados, pues un barco tiene una masa muy grande y por lo tanto una inercia también muy grande.

Todo lo que se automatizar, aumenta la seguridad y baja los costes, y estas tecnologías también se pueden usar para barcos con muy pocos tripulantes, por lo que van a ir en aumento sin duda alguna.

Por Amador Palacios

Reflexiones de Amador Palacios sobre temas de Actualidad Social y Tecnológica; otras opiniones diferentes a la mía son bienvenidas

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