Los imanes se conocen desde hace cientos de años, y casi todos tenemos alguno pegado en nuestra nevera para sujetar alguna nota o recordatorio. Y como es algo que forma parte de nuestra vida, nunca pensamos en ellos.
Pero los imanes han evolucionado muchísimo en los últimos años con el uso de nuevos materiales ( como las tierras raras ) para su fabricación, y sus características han mejorado enormemente para poder ser utilizados en muchos productos de alta tecnología.
En los coches eléctricos por ejemplo, los imanes del motor influyen mucho en la energía que este proporciona y en su consumo de corriente, lo cual influye en el peso del coche y en la distancia que puede recorrer. Cuanto mejor sea el imán, mejor será el motor, y con una misma batería el coche llegará más lejos.
Por lo tanto, en el mundo de la tecnología actual, los imanes han pasado de ser simples curiosidades a componentes esenciales que impulsan una amplia gama de dispositivos. Desde los diminutos imanes en nuestros smartphones hasta los potentes motores eléctricos en los coches, estos materiales magnéticos desempeñan un papel fundamental en la innovación y el progreso.
En los últimos años, los imanes han experimentado una evolución sin precedentes, tanto en términos de potencia como de funcionalidad. La aparición de nuevos materiales, como las aleaciones de tierras raras y los imanes compuestos, ha abierto un sinfín de posibilidades para su aplicación en diversos sectores.
Un ejemplo notable de este avance es el desarrollo de imanes permanentes de alta energía. Estos imanes, capaces de generar campos magnéticos mucho más fuertes que sus predecesores, han revolucionado la industria de la energía eólica, permitiendo la construcción de turbinas más eficientes y de mayor capacidad.
Del mismo modo, los imanes miniaturizados han permitido avances significativos en la electrónica de consumo. Los imanes utilizados en altavoces, cámaras y sensores son cada vez más pequeños y potentes, lo que contribuye a la creación de dispositivos más compactos y con mayor capacidad.
Y lo mismo sucede en otros campos de aplicaciones que son bastante más sensibles, como las actividades de Defensa, los satélites, productos para la salud, etc … En todos ellos se utilizan los imanes de última tecnología.
Sin embargo, en medio de este panorama de innovación, surge una preocupación importante: la dependencia del mercado mundial de imanes de China. Actualmente, China controla alrededor del 90% de la producción mundial de tierras raras, materiales esenciales para la fabricación de muchos tipos de imanes, y también del 90% de la fabricación de imanes.
En conclusión, la evolución de los imanes ha sido un factor crucial en el avance tecnológico de los últimos años. Su potencial para seguir innovando y mejorar nuestra vida diaria es inmenso. Sin embargo, la dependencia del mercado mundial de imanes de China plantea un reto importante que requiere soluciones urgentes.
La colaboración entre empresas y países es positiva, pero la dependencia casi absoluta no. Y esa parece ser la situación actual en el caso de los imanes.
Si a alguien le interesa, le ofrezco un Informe sobre el mercado mundial de imanes permanentes:
https://www.grandviewresearch.com/industry-analysis/permanent-magnets-industry