Hasta ahora se produce una lucha entre los que defienden la privacidad ( como es mi caso ) y los que abogan por disponer de cámaras de vigilancia para monitorizar lo que sucede en nuestro entorno.
Es cierto que cuanto mayor es el número de cámaras en nuestras calles, mejor conocemos lo que pasa en ellas, y podemos obtener datos importantes para facilitar la vida de las personas.
Pero no es menos cierto que nuestra privacidad se pone en entredicho, y en muchos casos la perdemos por completo.
Hoy hay decenas de millones de cámaras por todo el mundo y son muy útiles en una gran cantidad de aplicaciones. Se trata de conjugar esa utilidad y a la vez mantener la privacidad de las personas.
Y eso es lo que han hecho investigadores del MIT con un nuevo sistema llamado Privid , que es capaz de obtener datos estadísticos de los videos conseguidos por las cámaras, sin revelar la identificación de las personas.
Los investigadores han añadido ciertos niveles de “ruido” que se coloca de manera automática en las caras de las personas, y de esa manera no pueden ser identificadas.
En las pruebas realizadas con Privid, han obtenido entre el 70 y el 99% de la información de los datos deseados sin afectar a la privacidad de la gente.
Por supuesto, modificando los niveles de ruido aplicados, se modifican también los datos obtenidos. Según la aplicación que se desee, se ajustan los niveles de ruido a aplicar.
Esto no es ninguna panacea, sino un paso más en la buena dirección para tener aplicaciones que nos faciliten la vida y no perder nuestra privacidad.
Estoy seguro que mucha gente seguirá dando pasos en esta buena dirección.