Por primera vez en la historia de Estados Unidos, las energías renovables solar y eólica han superado al carbón en la generación de electricidad. Este hito, alcanzado en 2024, marca un punto de inflexión crucial en la transición energética del país y, posiblemente, del mundo. Con un 17% de la generación total de electricidad proveniente de fuentes solares y eólicas, frente al 15% del carbón, estamos presenciando un cambio sísmico en el panorama energético. Un cambio impulsado por la economía, la innovación y la creciente urgencia de abordar la crisis climática.

La energía solar, en particular, ha experimentado un crecimiento explosivo. Con una capacidad instalada que alcanza los 31 gigavatios (GW) en Estados Unidos, se consolida como la tecnología de generación eléctrica de mayor crecimiento. Este auge no es casualidad. La energía solar se ha convertido en la fuente de energía más barata en muchos lugares del mundo, incluyendo Estados Unidos. Como alguien dijo sabiamente, «¡es la economía, estúpido!». Y la economía, en este caso, favorece claramente a las renovables.

Este cambio hacia las energías limpias es aún más significativo considerando la creciente demanda energética global. El aumento del consumo en hogares, la proliferación de centros de datos que sustentan nuestra vida digital, y la electrificación del transporte, con el auge de los vehículos eléctricos, están impulsando una necesidad energética sin precedentes. Informes de la American Clean Power Association y otras agencias estiman que Estados Unidos necesitará añadir 900 GW de nueva capacidad de generación para 2040. La forma en que se cubra esta demanda tendrá profundas implicaciones para el futuro del planeta.

Optar por fuentes sostenibles como la solar y la eólica no solo es económicamente inteligente, sino también crucial para mitigar los efectos del cambio climático. Cada megavatio generado con energías renovables es un megavatio que no se produce quemando combustibles fósiles, reduciendo así las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuyendo a un futuro más limpio y sostenible.

Sin embargo, a pesar de la clara ventaja económica y ambiental de las renovables, persisten desafíos. La inercia política y los intereses creados en la industria de los combustibles fósiles siguen representando un obstáculo. Algunos políticos, por razones que solo ellos conocen, continúan abogando por el incremento de la generación de energía a partir de fuentes fósiles, ignorando la evidencia científica y económica que apunta en la dirección opuesta. Es imperativo que la ciudadanía exija responsabilidades a estos políticos y que se promueva una política energética basada en la ciencia y el interés público.

El liderazgo de Estados Unidos en la transición energética es fundamental. Como una de las mayores economías y consumidoras de energía del mundo, las decisiones que tome el país tendrán un impacto global. La creciente adopción de la energía solar y eólica en Estados Unidos envía una señal poderosa al resto del mundo, demostrando que la transición hacia un futuro energético limpio no solo es posible, sino también económicamente viable.

La imagen anterior ilustra la evolución de la generación de energía en Estados Unidos en los últimos años. Se puede observar claramente el crecimiento sostenido de las energías renovables, en particular la solar y la eólica, y el declive del carbón. Este gráfico visualiza el cambio que estamos experimentando y subraya la importancia de continuar invirtiendo en estas tecnologías limpias.

Si bien el hito de 2024 es motivo de celebración, no podemos permitirnos la complacencia. La transición energética requiere un esfuerzo continuo y sostenido. Necesitamos políticas que incentiven la inversión en renovables, simplifiquen los procesos de permisos para nuevos proyectos, y promuevan la innovación en tecnologías de almacenamiento de energía para superar la intermitencia de la solar y la eólica.

El futuro de nuestro planeta depende de nuestra capacidad para abandonar los combustibles fósiles y abrazar un futuro energético limpio. El hecho de que la solar y la eólica hayan superado al carbón en Estados Unidos es un paso crucial en la dirección correcta. Esperemos que este sea el primero de muchos hitos en el camino hacia un futuro energético sostenible y próspero para todos.

El tiempo, como siempre, lo dirá. Y esperemos que la evidencia económica, junto con la presión ciudadana, sean suficientes para contrarrestar la miopía de políticas energéticas como las promovidas por el Sr. Trump y sus seguidores.

Ojalá el tiempo me dé la razón, pero no estoy muy seguro de ello en el corto plazo. El fanatismo del Sr. Trump y sus seguidores puede hacer mucho daño a USA y al mundo.

Amador Palacios

Por Amador Palacios

Reflexiones de Amador Palacios sobre temas de Actualidad Social y Tecnológica; otras opiniones diferentes a la mía son bienvenidas

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