Cada día hay más personas que se insertan un “chip” en su cuerpo para realizar algún tipo de actividad, y la más normal suele ser la de realizar pagos on-line. Si alguien se coloca un chip en su mano, para realizar un pago solo tiene que acercar su mano al dispositivo de pago, y dicho pago se realiza en un instante.
El procedimiento es similar al que realizamos con nuestro móvil o reloj inteligente, con la diferencia que es la misma persona la que lleva en chip en su interior.
Muchos pensarán ( y yo también lo hago ) que no vale la pena someterse a una operación por simple que sea, para hacer algo que también puedes realizar con un pequeño dispositivo en tu muñeca, pero supongo que esa gente se sienten un poco especiales y les gusta ser así. Hay que reconocer que no hacen daño a nadie.
El sistema es seguro pues el chip que les colocan debajo de la piel es estable y solo reacciona cuando está próximo a una radiación ( del tipo RFID o NFC ), enviando su respuesta.
Se han cumplido más de 20 años desde el primer micro-chip implantado a un ser humano, y ya se cuentan por bastantes cientos los que lo llevan y es una tendencia que está en aumento. ¿ Hasta cuanto ?
En el caso de los perros se hace por norma. Se les coloca un el chip debajo de su piel para tener los datos del mismo y su identificación completa.
El futuro no lo conoce nadie, pero no es descabellado pensar en que tengamos algo que nos identifique y acumule mucha de nuestra historia personal. El cómo y dónde se coloque esa información está por ver.
Porque donde y como se coloque esa información es algo relativo y depende de los gustos de cada uno. Pues en mi opinión, lo más importante con diferencia es como se trata la privacidad de nuestros datos.