Los coches eléctricos son una realidad, pero no se ven modelos que lleven algún tipo de células solares sobre ellos para que les ayuden a cargar la batería. Y la razón es muy sencilla: hoy las células solares son todavía poco eficientes y de 100 watios de luz que reciben, apenas generan 15 ó 20 watios de electricidad.
Pero eso con ser poco, no creo que sea despreciable. Pues si un coche está muchas horas al sol, podría generar unos centenares de watios que le ayudarán a recorrer una distancia adicional, y todo ello sin costar nada.
Por otro lado, el costo de los paneles solares es relativamente caro, y mucho más los paneles que son flexibles y se pueden adaptar a la geometría del techo de un coche.
Otro problema es el peso. Los coches eléctricos son más pesados debido al peso de la batería, y al añadir un peso adicional va en contra del aumento de su autonomía.
Y otro inconveniente es que los días que no luce el sol, la batería no se carga, y en los países del norte eso sucede bastante a menudo.
Toyota hizo un intento de ofrecer paneles solares que se colocaban en el techo de su modelo Prius por un precio de 600$, pero esa opción no tuvo éxito y dejó de ofrecerse. Quizás se hizo antes de tiempo, no lo sé.
En los últimos años, se han producido algunos avances en el desarrollo de coches eléctricos con células solares. Por ejemplo, el fabricante holandés Lightyear lanzó en 2022 el Lightyear 0, un coche eléctrico que con casi 5 metros cuadrados de placas solares ofrecía 70 Km. al día con esas células solares, y anunciaba una autonomía de más de 700 Km.
El precio era desorbitado, del orden de 250.000 euros y no creo que hayan vendido muchos. La empresa sigue teniendo una WEB pero desconozco en que condiciones económicas se encuentra.
Estos avances indican que los coches eléctricos con células solares están cada vez más cerca de convertirse en una realidad comercial. Sin embargo, todavía es necesario superar algunos desafíos antes de que esta tecnología se generalice.
Con el paso del tiempo, las células solares han seguido bajando sus precios y aumentando su eficiencia que ya está cerca del 30%, y subiendo. Y además, las células solares flexibles ( adaptables a superficies no planas ) también reducen sus precios.
No sería de extrañar que en unos cuantos años empecemos a ver que algunos fabricantes ofrecen la opción de incluir células solares en alguno de sus modelos de coches eléctricos, para aumentar su autonomía y hacerles menos dependientes de los puntos de recarga.
A mí la idea me gusta, y he visto algunas proyecciones de supuestos “expertos” que indican que para el año 2030 la mayoría de los coches eléctricos llevarán un techo solar. Yo lo pongo en duda, aunque reconozco que sería algo bueno.