Y la razón es muy sencilla. Los Centros de Datos cada vez se usarán más para actividades relacionadas con la IA, y por lo tanto consumirán más energía, y una parte importante de dicha energía podría venir de instalaciones off-shore colocadas no muy lejos.
Según la Agencia Internacional de la Energía, para el año 2026 se estima que el uso de la IA generará unas necesidades de energía 10 veces mayores que las que hemos tenido en el año 2023. Esto son estimaciones, pero indican muy claramente por donde van las necesidades energéticas.
Y en efecto, esta creciente demanda energética está atrayendo la atención de los nuevos Centros de Datos hacia las costas, donde se encuentran con un aliado estratégico: la energía eólica marina.
La energía eólica marina ofrece una fuente de energía renovable, abundante y confiable para los Centros de Datos. Las turbinas eólicas instaladas en el mar pueden generar grandes cantidades de electricidad, incluso en condiciones climáticas adversas. Además, la ubicación costera de los Centros de Datos facilita la conexión directa a la red eléctrica, minimizando las pérdidas de transmisión.
Uno de los mayores desafíos para los Centros de Datos es la refrigeración. Los potentes servidores generan una gran cantidad de calor, que debe ser disipado para evitar el sobrecalentamiento y las fallas del sistema. Tradicionalmente, esto se ha logrado mediante sistemas de refrigeración que consumen mucha energía. Sin embargo, el mar ofrece una solución natural y eficiente: el agua fría.
Ubicar un Centro de Datos cerca del mar permite aprovechar el agua fría para refrigerar los servidores. Esto reduce significativamente el consumo de energía y las emisiones de carbono, contribuyendo a un futuro más sostenible para la industria de la tecnología.
Se ha dado el caso de una empresa ( Microsoft ) que instaló un Centro de Datos experimental en un contenedor colocado en el fondo del mar, y después de 2 años de operación obtuvieron muchos menos fallos ( del orden del 12% ) que otros Centros instalados en tierra firme.
Las grandes corporaciones tecnológicas con grandes Centros de Datos ( Microsoft, Google, etc … ) son de las mayores compradoras de energía renovable, y siguen firmando acuerdos para el suministro futuro de este tipo de energía, pues tienen el compromiso de usar solo energía sostenible en el año 2030.
La proximidad al mar puede ofrecer a los nuevos Centros de Datos algo más que solo energía y refrigeración. Abre la puerta a un ecosistema de innovación en el que la tecnología y la industria marítima se unen para crear soluciones sostenibles y eficientes.
Por ejemplo, la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías de energía eólica marina pueden beneficiarse de la infraestructura y los recursos informáticos instalados en los Centros de Datos. A su vez, los Centros de Datos pueden aprovechar los avances en la robótica marina y la inteligencia artificial para optimizar sus operaciones y reducir su impacto ambiental.
A medida que la demanda de IA continúa creciendo, los Centros de Datos costeros se podrían convertir en centros neurálgicos de innovación, impulsando el progreso tecnológico y al mismo tiempo protegiendo el medio ambiente. El futuro de los Centros de Datos es azul, y el mar les ofrece las herramientas y el entorno para navegar hacia un futuro más sostenible y conectado.