No hay ningún día que no se publique alguna noticia sobre los coches autónomos. Un nuevo avance que se consigue, un nuevo accidente que se produce, una empresa que empieza a operar en una nueva ciudad, etc ….
Pero la situación de fondo lleva unos cuantos años sin cambiar mucho. Unas pocas grandes empresas que parecen dominar la tecnología, Waymo y Cruise en USA, y Baidu en China, y otras muchas que hacen sus intentos de hacerse un hueco, quizás pensando en que las compre una de las grandes.
Las más grandes se van extendiendo por más ciudades, pero lo hacen de manera muy controlada y sin perder el soporte de personas “asistentes” on-line para resolver los problemas que de vez en cuando se producen en la conducción autónoma.
Además, estos coches autónomos son muy caros, y las empresas que los gestionan en general no consiguen beneficios, y lo que hacen es invertir para acumular experiencia y conseguir una posición de liderazgo en el mercado futuro.
Pero ese futuro tarda en llegar, y parece que todavía se ve muy lejano, y algunos dudan de que llegue algún día. He leído que el CEO de Cruise ( Kyle Vogt ) ha declarado que no tiene claro que le interese desprenderse de la ayuda humana en el futuro.
No hay ninguna duda de que los coches autónomos actuales tienen menos accidentes que los normales con conductor, y la seguridad es una de sus ventajas importante. Lo que hace el ordenador del coche, lo hace de manera repetitiva, y no se despista ni se cansa.
Pero las posibles eventualidades que pueden surgir son tantas, que es muy difícil considerarlas todas. Y por eso parece que el coche autónomo se va acotando a su uso en grandes ciudades, y para el servicio del taxi, pues no se requiere del costo de un conductor, y eso es un indudable ahorro.
Por otro lado, cada vez hay más coches que ofrecen ayudas autónomas a la conducción, pero sigue siendo el conductor el responsable último de lo que hace el vehículo, y eso parece que no tiene fácil solución.
En un estudio realizado por la Comisión Europea sobre la confianza de los ciudadanos en los coches autónomos, solo el 2% contestaron diciendo que se comprarían un coche autónomo. Supongo que cuando vayan mejorando, aumentará la confianza, pero seguramente buscar la autonomía total del coche no sea un acierto, por la enorme complejidad del proceso.
Creo que se verán taxis autónomos en el centro de las ciudades, con un soporte de un operador on-line. Y los coches particulares tendrán ayudas a la conducción cada día más potentes, pero bajo la supervisión del conductor.
Algunas empresas como Waymo ( y otras ) llevan muchos años trabajando, muchos miles de millones invertidos, y no está claro cuando tendrán resultados económicos positivos.
A veces, lo mejor es enemigo de lo bueno. Y quizás ( solo quizás ) buscar el máximo nivel de conducción autónoma en cualquier circunstancia no sea el objetivo más práctico.
Pero ellos sabrán lo que hacen.