Los chips son una de las palabras de moda, Se habla y se escribe mucho sobre el tema, pero creo que en general muy poca gente tiene las ideas claras.

Los chips se crearon en los años 1960 en USA, siendo Texas Instruments una de las primeras empresas en fabricarlos. Primero fueron circuitos especiales de tipo analógico y poco después aparecieron los miro-procesadores ( ya digitales ) , y con ellos el enorme desarrollo de la informática personal.

Bastante rápidamente el mundo analógico evolucionó hacia el mundo digital, y hoy la gran mayoría de los chips son digitales, y como todos sabemos son componentes que se encuentran en todo tipo de productos. Cuanto más complejo es el producto, dispone de chips más potentes, complejos y caros.

Con el paso del tiempo, en Asia y especialmente en Taiwan se especializaron en la fabricación de chips, aceptando que el diseño se hiciese en otra parte, y bajaron los precios de los chips, con lo cual consiguieron fabricar más cada día.

Según pasó el tiempo, los chips se han hecho más y más complejos, y se requieren medios ( máquinas, instalaciones, etc … ) muy costosos de fabricación, y que además son complejos de gestionar.

Es un trabajo que no puede hacer cualquiera sin tener unos años de experiencia. Es decir, no es algo que se puede pasar de un sitio a otro con facilidad, pues es algo que cuesta mucho tiempo, mucho dinero y mucha experiencia de las personas que trabajan en los procesos productivos.

Hoy Taiwan fabrica más del 80% de los chips más complejos y que se usan en las máquinas más potentes, seguido por Corea, Japón y China. En USA  se fabrican algunos, pero se diseñan muchos que luego se envían a fabricar a Asia.

Y casi de repente ( justo después del COVID-19 ), los países desarrollados se encuentran que un suministro muy crítico para su día a día, viene de un país que es lejano y que además está en “conflicto” con China, y que se podrían tener problemas de suministro en un futuro más o menos próximo.

Esta llamada de atención ha hecho que los políticos de los países occidentales.  con USA a la cabeza, se apresten a potenciar la fabricación de chips en sus países de origen, pero cuando indican las medidas a tomar hablan de unas inversiones de unos pocos billones de dólares, pensando que con calderilla se resuelve el problema.

Y no es así, porque no es solo dinero ( y mucho ) lo que hace falta, sino también tiempo ( años ) para formar a los trabajadores de esas nuevas plantas de producción, y tiempo para abastecerse de nuevas máquinas que tienen plazos de entrega de mucho más de un año.

Como casi siempre, los políticos tienden a simplificar las cosas y a creer que se pueden resolver en poco tiempo. Lo que se hizo mal durante muchos años no se puede revertir de un día para otro. Tenemos un problema de larga solución, y creo que se va a hablar de chips durante mucho tiempo.

Cuando un país pierde un “know-how” industrial ( y tecnológico ) no se recupera de un día para otro. Y Occidente ha perdido mucho subcontratando a Oriente muchas de sus necesidades. Hoy somos más débiles y dependemos más de otros, que además están muy lejos.

Una cosa es colaborar, y otra depender absolutamente de otros.

¿ Habremos aprendido la lección ?

Amador Palacios

Por Amador Palacios

Reflexiones de Amador Palacios sobre temas de Actualidad Social y Tecnológica; otras opiniones diferentes a la mía son bienvenidas

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