La vastedad del universo y la posibilidad de que exista vida extraterrestre han cautivado la imaginación humana durante siglos. Programas de televisión, películas y literatura de ciencia ficción alimentan constantemente la fascinación por los alienígenas, a menudo presentándolos como seres avanzados que visitan nuestro planeta.

Sin embargo, la realidad es que, a pesar de décadas de búsqueda por parte de organizaciones como la NASA, no hemos encontrado pruebas concluyentes de vida extraterrestre inteligente. Esta aparente contradicción entre la alta probabilidad estadística de que exista vida en otros planetas y la falta de evidencia observable es la esencia de la Paradoja de Fermi.

Las estimaciones actuales sugieren que existen cientos de miles de millones de galaxias en el universo observable, cada una con cientos de miles de millones de estrellas. Si consideramos que incluso una fracción mínima de estas estrellas tienen planetas posiblemente habitables, la cantidad de mundos potenciales que podrían albergar vida es asombrosa. Esta simple ecuación, conocida como la Ecuación de Drake, sugiere que la probabilidad de que estemos solos en el universo es extremadamente baja.

Sin embargo, a pesar de esta aparente abundancia de posibilidades, aún no hemos encontrado ninguna prueba definitiva de vida extraterrestre. Aquí es donde entra en juego la Paradoja de Fermi. Formulada por el físico Enrico Fermi en la década de 1950, esta paradoja plantea una pregunta simple pero inquietante: si el universo está repleto de civilizaciones extraterrestres, ¿dónde están? ¿Por qué no hemos detectado ninguna señal de su existencia?

Y entonces el amigo Fermi emite su paradoja. Según Fermi, las civilizaciones evolucionan y desarrollan tecnologías, hasta que estas tecnologías acaban exterminando a la civilización que ha hecho uso de ellas. Y este es el resumen de su paradoja, que estamos solos porque todas las civilizaciones se autodestruyen. Incluida la nuestra.

Desconozco si en Fermi influyó el hecho de trabajar en el Proyecto Manhattan para desarrollar la bomba atómica, y este hecho le dejó un poco desesperanzado sobre la “inteligencia” del género humano.

Pero es algo para pensar, y por eso lo expongo hoy en mi Blog.

No soy un científico, pero cuando veo lo que sucede en nuestra civilización que se dedica a expoliar al Planeta en el que vive como si no hubiese un mañana, a lo mejor el amigo Fermi no iba del todo descaminado.

La raza humana lleva en la Tierra unos pocos miles de años, y en ese poco tiempo hemos conseguido un desarrollo estupendo, mejorado la vida de la mayoría de la gente, y a la vez hemos generado armas de destrucción masiva, hemos esquilmado nuestro Planeta extrayendo de él más de lo que puede aportar, y vamos hacia una Crisis Climática de consecuencias imprevisibles.

Donde estemos en unos pocos cientos o miles de años depende de nosotros, y creo que el amigo Fermi nos dejó una reflexión muy interesante que deberíamos de poner encima de la mesa.

¿Lo haremos ?  Permitirme que lo dude.

Amador Palacios

Por Amador Palacios

Reflexiones de Amador Palacios sobre temas de Actualidad Social y Tecnológica; otras opiniones diferentes a la mía son bienvenidas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

es_ESES