Recientemente me topé con una noticia que me dejó, cuanto menos, perplejo: Lonestar Data Holdings, una empresa especializada en centros de datos de alta seguridad, planea instalarlos… ¡en la Luna! Sí, han leído bien, nuestro satélite natural podría convertirse en el hogar de nuestros datos. La justificación, según la empresa, se basa en la mayor seguridad que ofrece la Luna frente a guerras, terremotos y otros desastres terrestres.

Además, argumentan que las bajas temperaturas lunares eliminarían la necesidad de costosos sistemas de refrigeración, y que los circuitos eléctricos funcionarían de manera más eficiente. A simple vista, parece un paraíso para el almacenamiento de datos: un ambiente seguro, estable y energéticamente eficiente. Sin embargo, ¿es realmente una idea tan brillante como parece?

La idea de un centro de datos lunar, aunque parezca sacada de una película de ciencia ficción, no es del todo descabellada desde el punto de vista técnico. De hecho, la tecnología necesaria para llevar a cabo semejante proyecto está, en gran medida, disponible. El verdadero problema no reside en el «cómo», sino en el «por qué». ¿Realmente justifican las supuestas ventajas los enormes desafíos que implica una empresa de esta magnitud?

El costo de transportar el equipo y construir la infraestructura en la Luna sería astronómico (valga la redundancia). Imaginen la logística necesaria para enviar materiales de construcción, servidores, sistemas de energía y todo lo necesario para mantener un centro de datos operativo a 384,400 kilómetros de distancia. Y no hablemos de las reparaciones. Un simple fallo técnico que en la Tierra se solucionaría en horas, en la Luna podría convertirse en una pesadilla logística y económica.

Otro obstáculo importante es la latencia. La distancia entre la Tierra y la Luna implica un retraso de aproximadamente 1.4 segundos en la transmisión de datos. Si bien esto puede ser aceptable para ciertas aplicaciones que no necesitan operar on-line, para muchas otras, como las transacciones financieras en tiempo real, los videojuegos online o las videoconferencias, esta latencia resultaría intolerable.

Lonestar Data Holdings argumenta que la seguridad es la principal ventaja de un centro de datos lunar. Sin embargo, ¿es realmente la Luna más segura que la Tierra en este aspecto? Si bien es cierto que la Luna está libre de guerras (por ahora) y terremotos, presenta otros riesgos, como la radiación solar que dicen tener controlada y los impactos de micrometeoritos, que podrían dañar los equipos. Además, un centro de datos lunar sería un objetivo tentador para hackers o incluso para gobiernos con intereses en la información almacenada allí.

Se puede ver un vídeo de la empresa en: https://www.youtube.com/watch?v=b94pzvN574E#ddg-play

En la Tierra, existen numerosas localizaciones geográficamente aisladas y políticamente estables que ofrecen un alto grado de seguridad para los centros de datos, sin los riesgos y costos asociados a la Luna. Podemos encontrar lugares con bajo riesgo sísmico, climas fríos que minimizan la necesidad de refrigeración, y acceso a fuentes de energía renovables. Incluso existen centros de datos submarinos que aprovechan la temperatura del agua para la refrigeración.

El hecho de que algo sea técnicamente posible no significa que sea práctico o sensato. En el caso de los centros de datos lunares, la balanza se inclina claramente hacia el lado del pragmatismo. Invertir en infraestructuras terrestres robustas y seguras, aprovechando las ventajas que ofrece nuestro propio planeta, parece una opción mucho más lógica y eficiente.

Quizás en un futuro lejano, cuando la colonización lunar sea una realidad y la latencia se haya reducido significativamente, la idea de un centro de datos en la Luna tenga más sentido. Pero por ahora, me temo que se trata más de una estrategia de marketing que de una solución práctica a los desafíos del almacenamiento de datos.

El pragmatismo debe prevalecer sobre la fascinación por lo novedoso. Después de todo, en la Tierra tenemos muchos «terrenos» fértiles para cultivar la seguridad de nuestros datos, sin necesidad de mirar hacia las estrellas.

Amador Palacios

Por Amador Palacios

Reflexiones de Amador Palacios sobre temas de Actualidad Social y Tecnológica; otras opiniones diferentes a la mía son bienvenidas

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