Durante décadas, la energía geotérmica ha sido la eterna promesa de una fuente de energía limpia e inagotable. Sin embargo, su desarrollo se ha visto limitado por la necesidad de encontrar lugares con características geológicas muy específicas, como zonas volcánicas con fuentes de calor cerca de la superficie, como Islandia, relegando esta tecnología a un papel secundario en la transición energética global.
Pero, ¿y si pudiéramos acceder al inmenso calor del interior de la Tierra en cualquier lugar del mundo? Eso es precisamente lo que promete Quaise Energy, una empresa norteamericana que está revolucionando el concepto de la energía geotérmica con una tecnología que parece sacada de una novela de ciencia ficción.
Hasta ahora, las centrales geotérmicas convencionales se basan en la explotación de recursos hidrotermales, es decir, agua caliente y vapor atrapados en las profundidades. La perforación tradicional, sin embargo, se vuelve extremadamente compleja y costosa a medida que aumenta la profundidad, limitando el acceso a estas fuentes de calor. Aquí es donde entra en juego la innovadora propuesta de Quaise Energy: perforar a profundidades extremas, de entre 3 y 20 kilómetros, utilizando un sistema de ondas milimétricas capaz de vaporizar la roca.
Esta tecnología, desarrollada originalmente en el MIT, se basa en el uso de girotrones, dispositivos que generan haces de microondas de alta potencia. Imaginar un rayo de energía invisible capaz de fundir la roca a su paso, creando un pozo profundo que nos permite acceder al intenso calor del interior de la Tierra.
A estas profundidades, la temperatura de la roca puede superar los 350ºC, suficiente para calentar agua y generar vapor que impulse turbinas convencionales y produzca electricidad. En esencia, se trata de replicar el proceso de una central geotérmica tradicional, pero con un alcance exponencialmente mayor.

Se puede ver la web de la empresa en: https://www.quaise.energy/
Y un vídeo sobre el tema en: https://youtu.be/_Bu5JFGJJp8
La promesa de Quaise Energy es tentadora: energía geotérmica disponible en cualquier lugar del planeta, eliminando la dependencia de las condiciones geológicas específicas. Según la empresa, su tecnología de perforación milimétrica permite acceder a profundidades que antes eran inimaginables, abriendo la puerta a una fuente de energía prácticamente ilimitada.
De hecho, los científicos estiman que el calor almacenado bajo la superficie terrestre contiene suficiente energía para abastecer las necesidades de la humanidad durante milenios, y con la tecnología de Quaise, podríamos aprovechar una fracción ínfima de ese potencial, menos del 0,1%, para generar electricidad limpia y sostenible.
La viabilidad de esta tecnología se pondrá a prueba en un futuro próximo en una antigua central de carbón al norte del estado de Nueva York que aún está conectada a la red eléctrica. Quaise Energy planea reutilizar la infraestructura existente, incluyendo la turbina, para generar electricidad a partir de la energía geotérmica obtenida mediante su sistema de perforación. Si la prueba piloto tiene éxito, para el año 2026 podríamos estar presenciando el nacimiento de una nueva era para la energía geotérmica. Y las implicaciones de este éxito son enormes.
Imaginar un mundo donde cada central de carbón o gas pudiera ser transformada en una central geotérmica, aprovechando la infraestructura existente y minimizando el impacto ambiental. La transición hacia una matriz energética limpia y sostenible se aceleraría drásticamente, reduciendo nuestra dependencia de los combustibles fósiles y mitigando los efectos del cambio climático.
Además, la generación de energía geotérmica es constante, a diferencia de las fuentes renovables intermitentes como la solar y la eólica, proporcionando una base sólida para la estabilidad de la red eléctrica.
Por supuesto, todavía existen desafíos técnicos y económicos que superar. La escalabilidad de la tecnología, el costo de la perforación a gran profundidad y la gestión de los posibles impactos ambientales deben ser evaluados cuidadosamente. Sin embargo, el potencial de la energía geotérmica profunda es tan significativo que merece la pena explorar todas las posibilidades.
La visión de Quaise Energy es audaz y, si se materializa, podría cambiar el panorama energético global. La posibilidad de acceder a una fuente de energía prácticamente ilimitada, limpia y disponible en cualquier lugar del mundo es demasiado atractiva para ignorarla.
Si las pruebas en Nueva York son exitosas, estaremos ante un punto de inflexión en la historia de la energía, un paso gigante hacia un futuro más sostenible y próspero para todos. Solo el tiempo dirá si esta promesa se convierte en realidad, pero la esperanza, como el calor del interior de la Tierra, permanece latente.
Parece demasiado bueno para ser cierto.