La creciente escasez de agua potable se perfila como uno de los mayores desafíos del siglo XXI. Con el crecimiento poblacional, la contaminación y el cambio climático, la demanda de este recurso vital supera con creces su disponibilidad en muchas regiones del planeta. La desalinización, el proceso de eliminar la sal del agua de mar para hacerla potable, se presenta como una solución prometedora, pero su alto costo energético y su impacto ambiental han limitado su implementación a gran escala.
En este contexto, una innovación canadiense surge como una nueva posibilidad sostenible. Una empresa ha desarrollado un sistema de desalinización mecánico autónomo que aprovecha la energía inagotable de las olas del mar, ofreciendo una alternativa sostenible y eficiente para la producción de agua potable.
El movimiento de las olas es un motor inagotable, y este nuevo sistema se basa en una plataforma flotante diseñada para resistir las condiciones adversas del mar abierto. Su ingeniosa estructura incorpora un sistema mecánico que, al ritmo del oleaje, impulsa el proceso de desalinización. La clave reside en un mecanismo que captura la energía cinética de las olas, transformándola en fuerza mecánica para accionar las bombas de alta presión necesarias para la ósmosis inversa.
El corazón del sistema de desalinización es la bien conocida ósmosis inversa. Esta tecnología, ampliamente utilizada en plantas desalinizadoras, funciona como un filtro a nivel molecular. El agua salada se impulsa a través de membranas semipermeables que solo permiten el paso de las moléculas de agua, reteniendo la sal y otras impurezas.
En el sistema canadiense de la empresa Oneka, la energía generada por las olas se utiliza para presurizar el agua de mar, forzándola a través de las membranas y produciendo agua potable de alta calidad, y un sistema flotante de 8 m. de longitud produce 49.000 litros de agua potable al día.
Este innovador sistema presenta una serie de ventajas significativas que lo posicionan como una solución prometedora para la crisis del agua:
. Energía Renovable y Sostenible: Al funcionar con la energía de las olas, el sistema elimina la dependencia de combustibles fósiles y reduce la huella de carbono.
. Autonomía Operativa: La plataforma opera de manera autónoma, sin necesidad de intervención humana constante, lo que reduce los costos operativos y de mantenimiento.
. Impacto Ambiental Mínimo: Al no generar emisiones contaminantes ni residuos tóxicos, el sistema tiene un impacto ambiental significativamente menor que las plantas desalinizadoras tradicionales.
. Versatilidad y Adaptabilidad: La plataforma flotante se puede instalar en diferentes ubicaciones costeras con oleaje superior a un metro, lo que la hace ideal para islas, comunidades costeras y regiones con escasez de agua.
. Escalabilidad: El diseño modular del sistema permite su fácil escalado para satisfacer las necesidades de diferentes poblaciones.
Este sistema de desalinización abre un abanico de posibilidades para afrontar la crisis del agua a nivel global. Su implementación a gran escala podría tener un impacto transformador en comunidades costeras, donde el agua potable se podría utilizar con diversos fines, desde personas, agricultura, industria, etc …
A pesar de su enorme potencial, este sistema aún enfrenta algunos desafíos. La optimización del diseño para maximizar la eficiencia energética, la resistencia a condiciones climáticas extremas ( que pueda soportar olas superiores a 6 m. ), y la reducción de los costos de producción son aspectos clave que se deben seguir investigando y mejorando.
Sin embargo, el desarrollo de este sistema marca un hito en la búsqueda de soluciones sostenibles para la escasez de agua. Al aprovechar la energía inagotable de los océanos, esta tecnología abre un océano de posibilidades para un futuro donde el agua potable sea un derecho universal y no un lujo.
Se puede ver un vídeo en: https://youtu.be/Cab2znx2cnc
Ojalá que en poco tiempo veamos algunas aplicaciones prácticas en algunas zonas cerca de la costa.