Las personas con trabajos físicos suelen tener problemas para llegar al final de su vida laboral, y por otro lado la vida laboral de las personas se está extendiendo en casi todos los países debido al aumento de la esperanza de vida. Conjugar ambos parámetros no es nada fácil, a pesar de la existencia de los exoesqueletos y de otras ayudas para la gente que realiza trabajos físicos demandantes.

Por otro lado, a pesar de los innegables avances de la robótica, las personas somos más flexibles y adaptables que los robots, y nos podemos adaptar mejor a los posibles cambios futuros. Ayudar a las personas a realizar de una forma más fácil sus trabajos físicos, es una manera de hacer que puedan ejercer sus trabajos durante más tiempo con buenas condiciones de salud.

En este contexto, la Inteligencia Artificial (IA) surge como una poderosa herramienta para extender la vida laboral de las personas que realizan trabajos físicamente demandantes. Si bien los exoesqueletos y otras ayudas mecánicas han proporcionado un alivio parcial, la IA ofrece soluciones más integrales que van más allá del mero soporte físico.

Es fundamental comprender que la IA, en principio, no debe buscar reemplazar a los trabajadores, sino complementarlos. La adaptabilidad y la capacidad de resolución de problemas inherentes a los seres humanos son atributos difíciles de replicar en su totalidad por las máquinas. La IA, en cambio, puede encargarse de tareas repetitivas, peligrosas o que requieren un gran esfuerzo físico, liberando a los trabajadores para que se concentren en aspectos que requieren su destreza, experiencia y capacidad de juicio.

Ya se empiezan a ver diferentes aplicaciones prácticas de la IA en entornos laborales exigentes:

. Análisis predictivo para la prevención de lesiones: Mediante el análisis de datos recopilados de sensores portátiles o cámaras inteligentes, la IA puede identificar patrones de movimiento que sugieren un riesgo elevado de lesión. Esto permite tomar medidas preventivas, como ajustar la ergonomía del puesto de trabajo o implementar programas de entrenamiento físico personalizados.

. Robots colaborativos (cobots): A diferencia de los robots tradicionales que trabajan de forma autónoma, los cobots están diseñados para interactuar de manera segura y eficiente con los seres humanos. Pueden ayudar en tareas que requieren fuerza, precisión o movimientos repetitivos, reduciendo la carga física sobre los trabajadores.

. Optimización de la logística y planificación de tareas: La IA puede optimizar las rutas de transporte dentro de un almacén o una fábrica, minimizando el esfuerzo físico de los trabajadores y agilizando los procesos.

. Asistencia en la toma de decisiones en tiempo real: La IA puede proporcionar a los trabajadores información contextualizada en tiempo real, como la mejor manera de levantar un objeto pesado o la ruta más segura a través de un entorno peligroso.

Si con estas ayudas se reducen las lesiones ( minimizando los riesgos ) y enfermedades laborales, se puede extender la vida laboral de los trabajadores en buenas condiciones físicas, y todos saldremos ganando.

Este es un campo muy interesante para que las empresas se apoyen en la IA para a su vez ayudar a los trabajadores, y estoy seguro que muchas empresas estarán interesadas en los productos que las puedan ofrecer.

En muchas ocasiones hay que ser capaz de intuir posibles nuevas líneas de negocio, y hacerse un hueco en el nicho de mercado lo antes posible.

Estoy seguro que algunos lo harán.

Amador Palacios

Por Amador Palacios

Reflexiones de Amador Palacios sobre temas de Actualidad Social y Tecnológica; otras opiniones diferentes a la mía son bienvenidas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

es_ESES