El acceso al agua potable es uno de los grandes desafíos del siglo XXI. Mientras que el 70% de nuestro planeta está cubierto por agua, solo un pequeño porcentaje es apta para el consumo humano. La desalinización, es decir, la eliminación de la sal del agua de mar o de pozos salobres, se presenta como una solución prometedora. Sin embargo, los altos costes energéticos y la dependencia de combustibles fósiles han limitado su implementación a gran escala. Pero eso era así hasta ahora.
Investigadores del MIT han desarrollado un revolucionario sistema de desalinización que funciona exclusivamente con energía solar, eliminando la necesidad de baterías y abriendo un nuevo abanico de posibilidades para llevar agua potable a comunidades con escasez hídrica.
Los sistemas tradicionales de desalinización solar se basan en baterías para almacenar la energía generada por los paneles solares. Esto se debe a que la intensidad de la luz solar fluctúa a lo largo del día, mientras que el proceso de desalinización requiere un suministro constante de energía.
Sin embargo, las baterías son caras, tienen una vida útil limitada y suponen un riesgo medioambiental al desecharlas.
La clave del nuevo sistema, publicado recientemente en la revista Nature Water , reside en su capacidad para adaptarse a las fluctuaciones de energía solar en tiempo real.
En lugar de almacenar la energía en baterías, este sistema inteligente ajusta constantemente el proceso de desalinización a la cantidad de energía solar disponible. Un mecanismo de control ultra preciso mide la energía recibida del sol tres veces por segundo y la dirige directamente al sistema de desalinización.
¿El resultado? Una producción de agua potable que fluctúa a lo largo del día, reflejando la intensidad del sol, pero que elimina por completo la necesidad de baterías.
El equipo de investigación no se ha limitado al laboratorio. Durante seis meses, pusieron a prueba su sistema de desalinización en pozos de agua salobre en México. Los resultados son más que alentadores: el sistema produjo 5.000 litros de agua potable al día, adaptándose con éxito a las variaciones de la energía solar que había a lo largo del día.
Esta innovación tiene el potencial de revolucionar la forma en que se produce agua potable en todo el mundo. Al eliminar las baterías, el sistema se vuelve:
. Más económico: reduce los costes de instalación, mantenimiento y reemplazo.
. Más sostenible: minimiza el impacto ambiental al evitar el uso de baterías.
. Más flexible: permite la instalación en ubicaciones remotas sin acceso a la red eléctrica.
Y un detalle muy interesante es que los paneles solares bajan de precio continuamente a la vez que mejoran sus prestaciones, con lo que el sistema de desalinización se va a ir abaratando con el paso del tiempo.
Los investigadores ya han dado los primeros pasos para llevar esta tecnología al mercado. Su objetivo es crear una empresa que fabrique y distribuya estos sistemas de desalinización solar, llevando agua potable a comunidades que lo necesitan con urgencia.
La desalinización solar adaptable y sin baterías no es solo un avance tecnológico, es un paso crucial hacia un futuro con agua potable para todos.
Esperemos que esté en el mercado lo antes posible.