En Suecia, un país pionero en la adopción de vehículos eléctricos, se están llevando a cabo pruebas prometedoras con un sistema que permite cargar los coches mientras circulan por la carretera, emulando el funcionamiento de los clásicos coches de Scalextric.
Esta tecnología, que podría revolucionar la movilidad eléctrica, se basa en la instalación de bandas metálicas conductoras de electricidad en el asfalto, ubicadas estratégicamente en el centro de cada carril. Y hay unos cuantos kilómetros en pruebas en Suecia.
Los coches equipados para este sistema cuentan con unos “raíles” retráctiles que se despliegan desde la parte inferior del vehículo y establecen contacto con las bandas electrificadas al circular por la carretera. Esta conexión, similar a la de un pantógrafo en un tren eléctrico, permite que la electricidad fluya directamente desde la carretera hacia la batería del vehículo, recargándola mientras se conduce.
La empresa que está haciendo estas pruebas se llama Elonroad ( en honor a Elon Musk ) y se puede ver un vídeo en: https://youtu.be/1d4D3d2UkDw
Las ventajas de esta tecnología son numerosas:
. Adiós a la ansiedad por la autonomía: Una barrera importante para la adopción masiva de los vehículos eléctricos es el miedo a quedarse sin batería durante un viaje. Las carreteras electrificadas eliminan esta preocupación al proporcionar una fuente de energía constante, permitiendo a los conductores recorrer largas distancias sin tener que detenerse a recargar.
. Baterías más pequeñas y ligeras: La posibilidad de recargar durante la marcha permite a los fabricantes diseñar vehículos eléctricos con baterías más pequeñas y ligeras, lo que se traduce en una mayor eficiencia energética, un menor precio de venta y un menor impacto ambiental.
. Infraestructura optimizada: En lugar de depender de una red extensa y costosa de estaciones de carga rápida, las carreteras electrificadas concentran la infraestructura de carga en la propia carretera, optimizando el uso del espacio urbano y simplificando la experiencia de recarga para los conductores.
. Mayor sostenibilidad: Al permitir el uso de baterías más pequeñas, la tecnología de carreteras electrificadas reduce la demanda de recursos naturales utilizados en la fabricación de baterías, como el litio y el cobalto, disminuyendo el impacto ambiental de la producción de vehículos eléctricos.
Pero los inconvenientes no son pequeños, y no creo que acabe llegando a buen término. Aparte del coste de la infraestructura y de la complejidad técnica, este sistema obliga a los coches a circular todos uno detrás de otro como si se tratase de vagones de tren, algo que va en contra de la “libertad” de conducción de los usuarios de coches.
Y no me importaría nada equivocarme, pues la idea es buena.