He leído con sorpresa ( y agrado ) un nuevo proceso para eliminar el dióxido de carbono que existe en la naturaleza, y en este caso se extrae del agua y no del aire, y esa es una de sus mayores ventajas pues el agua tiene una mayor cantidad de carbono en su seno.
El océano absorbe el 30% de nuestras emisiones de carbono, y como el agua es 800 veces más densa que el aire, la concentración del dióxido de carbono es unas 120 veces mayor en el océano que en la atmósfera. Y por eso la empresa Captura ha enfocado su objetivo en extraer dióxido de carbono del agua del mar.
Captura es una empresa que ha desarrollado esta nueva tecnología de captura de carbono diseñada para ser más eficiente y rentable que los métodos tradicionales. La tecnología de la empresa utiliza electrodiálisis para eliminar el dióxido de carbono del agua de mar.
La electrodiálisis es un proceso que utiliza un campo eléctrico para separar iones en una solución. En el caso de la tecnología de Captura, el campo eléctrico se utiliza para separar los iones de dióxido de carbono de las moléculas de agua.
El primer paso del proceso es bombear agua de mar al sistema Captura que está en la superficie del agua. Allí, el agua de mar pasa a través de una serie de membranas. Las membranas están hechas de un material que permite el paso de moléculas de agua, pero no de dióxido de carbono.
A medida que el agua de mar atraviesa las membranas, las moléculas de dióxido de carbono se separan de las moléculas de agua. A continuación, las moléculas de dióxido de carbono se recogen y almacenan.
Las moléculas de agua que quedan se devuelven al océano. Y las moléculas de agua no resultan dañadas por el proceso pueden utilizarse para otros fines, como agua potable o riego.
La tecnología de Captura tiene varias ventajas sobre los métodos tradicionales de captura de carbono. En primer lugar, es más eficiente. Los métodos tradicionales de captura de carbono suelen requerir grandes cantidades de energía para funcionar. La tecnología de Captura consume menos, y se puede operar utilizando fuentes de energía renovable, como la energía solar y eólica.
En segundo lugar, la tecnología de Captura es más rentable. Los métodos tradicionales de captura de carbono son costosos de instalar y operar. La tecnología de Captura, por otro lado, está diseñada para ser más asequible.
Las primeras estimaciones de la empresa es que eliminar una tonelada de carbón cueste menos de 100 dólares, que es la quinta parte que otros sistemas de extracción. Y con el tiempo todos bajarán sus precios.
En tercer lugar, la tecnología de Captura es más fácilmente ampliable pues no requiere metales raros ni materiales especiales. Los métodos tradicionales de captura de carbono tienen una capacidad limitada para capturar grandes cantidades de dióxido de carbono. La tecnología de Captura, por otro lado, se puede ampliar para capturar grandes cantidades de dióxido de carbono.
La compañía está trabajando actualmente en el desarrollo de una versión a escala comercial de su tecnología, y como el sistema utiliza materiales normales, el tamaño de las instalaciones puede aumentar mucho en muy poco tiempo, y la empresa tiene el objetivo de llegar a la cantidad de una gigatonelada de carbono en no mucho tiempo
Si todo esto se cumple, la tecnología de Captura tiene el potencial de hacer una contribución significativa a la lucha contra el cambio climático. Si tiene éxito, esta tecnología podría ayudar a reducir la contaminación que padecemos y ayudar a mitigar los efectos del cambio climático.
Aunque las expectativas sean muy positivas, hay que ser conscientes de que la tecnología de Captura aún se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo, y le queda mucho camino por realizar. Aún tiene que realizar la primera instalación operativa, y medir sus resultados.
Ojalá que se vayan cumpliendo sus expectativas y tengamos pronto una alternativa viable para eliminar carbono de nuestro entorno. Pero sin olvidar que la mejor aportación es la de no contaminar.