Todos sabemos que las muertes por accidentes de tráfico relacionados con el consumo de alcohol son una tragedia global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año entre 270.000 y 300.000 personas pierden la vida en accidentes relacionados con el alcohol al volante. En Estados Unidos, solo en 2022, la National Highway Traffic Safety Administration registró más de 13.000 muertes por esta causa. Números que, a pesar de las prohibiciones y controles, siguen siendo alarmantes.
Hace tiempo se intentó implementar sistemas de detección de alcohol en el vehículo, pero la solución no fue efectiva, pues se podía eludir. Podemos imaginar la escena: un sistema que requiere soplar en un tubo antes de arrancar el coche. Fácil de engañar con una simple manipulación. Afortunadamente, la tecnología avanza y surgen nuevas soluciones. Y en este sentido, un grupo de estudiantes de Carolina del Norte ha desarrollado algo realmente innovador: SoberRide.
Este sistema, patentado en USA y presentado en el CES de Las Vegas, puede ayudar a reforzar la seguridad vial. Ya que no es una simple prueba de aliento. Es un sistema integral que utiliza una combinación de cámaras, sensores y algoritmos de inteligencia artificial (IA) para analizar al conductor y determinar si se encuentra en condiciones óptimas para conducir.

La novedad reside en la combinación de factores que analiza:
. Detección de aliento: Un sensor, ubicado en el tablero o en la columna cercana al conductor, analiza la respiración para determinar el nivel de alcohol en el aliento. Este es un elemento fundamental, y crucial para la efectividad del sistema.
. Reconocimiento facial: Algoritmos de IA analizan las imágenes faciales del conductor. De esta forma, el sistema puede verificar que la persona al volante es realmente el propietario del vehículo y no otra persona. Esta validación es fundamental para evitar fraudes y garantizar la efectividad del control.
. Análisis de comportamiento: Supongo que el sistema va más allá de la detección del aliento. Posiblemente, la IA también evalúa rasgos de la cara del conductor, el comportamiento, como la postura, la velocidad de reacción y otros parámetros, para generar una idea más completa de su estado. Si el conductor muestra una actitud errática o respuestas inusuales, el sistema podría también activar una alerta o incluso impedir el arranque.
La presentación de SoberRide en el CES, y el interés que suscitó en empresas como Toyota, nos dan una pista sobre la seriedad del proyecto y su potencial para el futuro. ¿Podría ser esta la solución que, finalmente, nos ayude a disminuir el número de accidentes de tráfico provocados por conductores bajo los efectos del alcohol? La respuesta, en este caso, podría ser sí.
SoberRide no solo se enfoca en la detección de alcohol, sino que también se centra en la prevención, identificando potenciales problemas antes de que se conviertan en accidentes. Esto se debe en parte a la interacción entre los diferentes elementos que forman parte del sistema. La combinación de la tecnología de cámaras, algoritmos y sensores proporciona una evaluación integral del estado del conductor, incluyendo no solo la presencia de alcohol, sino también su estado físico y mental.
Sin duda, la implementación de SoberRide o un sistema similar en el mercado automovilístico podría marcar un antes y un después en la seguridad vial. Sería una medida preventiva poderosa, que impediría a los conductores bajo los efectos del alcohol ponerse al volante de un vehículo. La posibilidad de salvar miles de vidas cada año es un incentivo más que suficiente para que este sistema, y otros similares, se adopten en los próximos años. Esperemos que este avance tecnológico esté pronto disponible para todos.
Espero con ilusión que SoberRide, y sistemas similares, se conviertan en la norma en un futuro próximo, haciendo de nuestras carreteras lugares más seguros para todos.
Se puede ver un video en: https://www.youtube.com/watch?v=3yEqhPvpcfI