Es la lucha desigual de los muy grandes contra los pequeños. Los muy grandes son grandes corporaciones ( como Google y Meta ) por seguir ofreciendo noticias en sus plataformas sin tener que pagar por obtener esas noticias de los periódicos que las generan, que son las pequeñas empresas periodísticas. Y algo muy similar sucede en casi todos los países del mundo.
Desde hace poco la pelea sucede en Canadá, donde el gobierno ha creado una ley que obliga a estas grandes corporaciones a pagar por las noticias que obtienen de periódicos locales canadienses y ofrecen en sus plataformas.
A estas grandes plataformas les interesa ofrecer noticias para que sus usuarios permanezcan en ellas tanto tiempo como posible, porque cuanto más tiempo permanecen, más datos obtienen de ellos. Datos que luego son vendidos en el mercado, y que contribuyen de manera importante a los grandes beneficios de estas enormes empresas.
Como siempre, tanto Google como Meta se han opuesto a la ley con las razones que aducen casi siempre: que este tipo de leyes sofocan y reprimen la innovación. Siempre dicen eso cuando cualquier gobierno intenta poner alguna limitación a su omnipotencia.
Está por ver si se produce algún tipo de acuerdo, o como han amenazado esas plataformas retiran las noticias. Yo tengo muy claro que no podemos plegarnos a los monopolios que ejercen estas empresas.
Como sociedad necesitamos tener periódicos y periodistas que generen noticias fiables, para que de verdad sepamos lo que sucede y las razones por las que suceden esas cosas, pues ese es un pilar de nuestra democracia. Sin prensa libre e independiente no hay democracia.
A las grandes corporaciones ( Google y Meta ) no les importa eso en absoluto. Ellos solo quieren aumentar sus beneficios económicos a costa de lo que sea. Aunque sea difundiendo mentiras, que ahora se llaman “deep fakes”.
A ellos no les importa la verdad de lo que publican, solo que sus usuarios permanezcan en su plataforma el mayor tiempo posible, para obtener más datos de ellos, y luego vender esos datos. Ahí está su negocio, y ese es su único interés.
Creo que los gobiernos del mundo están siendo excesivamente sumisos con estas grandes empresas, porque no son imprescindibles. Si desapareciese Google o Meta, en muy poco tiempo seguiríamos viviendo igual. Una cosa es que sean útiles y otra muy diferente que sean imprescindibles. Y debemos de tener muy claro que no lo son.