He visto con sorpresa y satisfacción que están utilizando a un robot “tipo perro” para controlar y vigilar las ruinas de Pompeya.

Se trata del ya famoso robot tipo perro creado por Boston Dynamic ( llamado Spot ) que luego ha sido copiado por muchas otras empresas. Por sus características ( es muy estable ), dimensiones ( no es muy grande ), etc … se le han asignado multitud de tareas tanto de vigilancia como de control de instalaciones de todo tipo.

Y ahora lo están aplicando para vigilar las ruinas de Pompeya y protegerlas de los muchos saqueadores que intentan llevarse restos para su venta en el mercado negro.

Las ruinas de Pompeya ocupan una superficie de 400.000 metros cuadrados y una gran parte está aún sepultada bajo tierra. Vigilar esa extensión de restos e instalaciones las 24 horas del día y todos los días de la semana, supone mucha gente y mucho coste.

Los robots realizan las labores de vigilancia sin cansarse, pueden trabajar día y noche, y emiten al instante cualquier anomalía que se produzca.

Debido a su tamaño y agilidad, el robot puede introducirse por algunos túneles y zonas de difícil acceso que intentan usar los saqueadores para robar.

Me parece una idea estupenda, sencilla y estoy seguro de que bastante rentable desde el punto de vista económico. Es más que probable que algunos guardas se quejen por quedarse sin trabajo, pero el uso de los robots va a ir a más.

Por otra parte, quien les iba a decir a los habitantes de Pompeya que 2.000 años después su ciudad iba a ser vigilada por unos perros metálicos. Cosas de la vida y de la tecnología.

Y estoy bastante seguro que habrá más de uno esperando a tener resultados de esta experiencia, para adaptarla a la vigilancia de otro tipo de instalaciones.

Se puede ver un vídeo en: https://youtu.be/nYih4KB_V54

Vale la pena ver como ahora los guardas son controladores de drones. Todo cambia en esta vida.

Amador Palacios

Por Amador Palacios

Reflexiones de Amador Palacios sobre temas de Actualidad Social y Tecnológica; otras opiniones diferentes a la mía son bienvenidas

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