En la actualidad hay una serie de palabras que antes eran importantes y ahora parece que están perdiendo su sentido: Me refiero a palabras como: Verdad, Ética, Justicia, Igualdad, Libertad, etc ….. palabras que antes tenían un sentido profundo, y parece que ahora están devaluadas. Y lo que es peor, parece que a casi nadie le interesan.
Hoy vivimos inmersos en la “tontería” de las Redes Sociales, y en ver noticias que nos entretienen, aunque una gran mayoría de esas “noticias” sean medias verdades o simples mentiras.
Está demostrado que en las RRSS los bulos se transmiten 10 veces más deprisa que las informaciones veraces. Y la mayoría de lo que en ella se trata es para entretener al personal, a la vez que se le desinforma. Porque los algoritmos de las RRSS promueven que los usuarios permanezcan enganchados en la APP, con independencia de todo lo demás. Ya que con eso gana dinero la APP.
Las RRSS se han convertido en unos medios de propagación de bulos y de noticias falsas. Y lo peor es que se ha demostrado que la mayor parte de esta desinformación proviene de unos pocos actores. Muy pocos en realidad.
Un Informe reveló que entre Enero y Octubre de 2020, más del 70 de las publicaciones de baja calidad de Twitter provenían de solo 1000 cuentas, y el 34% del contenido lo crearon solo 10 usuarios, ayudándose de cuentas bot y otras herramientas. Y eso se puede extrapolar al momento actual con muy pocos cambios.
En los momentos electorales de todos los países democráticos se incrementan estas acciones desinformativas. La verdad desaparece y predominan los bulos interesados de grupos de presión, la mayoría de tendencias derechistas del tipo Trump y otros similares.
Hoy se miente con el descaro más absoluto, y mucha gente ( demasiada ) acepta con válida ese tipo de información tendenciosa sin ningún espíritu crítico. Ahora lo llaman “postverdad”, cuando se debería de llamar “mentira”.
Entonces la pregunta es: ¿qué podemos hacer frente a esta avalancha de desinformación?
. Recuperar el espíritu crítico: Debemos cuestionar la información que consumimos, especialmente en las redes sociales. No todo lo que se comparte es cierto.
. Verificar la información: Es fundamental contrastar la información con diversas fuentes confiables antes de compartirla.
. Desarrollar alfabetización digital: Es necesario educarnos en el uso responsable de las redes sociales, reconociendo los sesgos algorítmicos y la manipulación informativa.
. Promover el periodismo de calidad: Apoyar a los medios de comunicación independientes y comprometidos con la veracidad y la ética periodística.
Y lo más importante, no darse nunca por vencido.
La batalla por la verdad es un desafío complejo que requiere un esfuerzo colectivo y continuado. Debemos recuperar el valor de la verdad, la honestidad y el pensamiento crítico como pilares fundamentales de nuestra sociedad. La alternativa es un futuro distópico donde la manipulación y la mentira reinen, poniendo en peligro nuestra democracia y nuestra convivencia.
Insisto y repito querido amigo: no te rindas nunca de buscar la Verdad
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