Los drones se hacen más versátiles y cada día más inteligentes. El vídeo de un enjambre de drones volando a través de un bosque y evitando los choques contra los árboles muestra el buen trabajo realizado en la Universidad china de Zhejiang, y nos hace ver que estos aparatos cada día pueden tener aplicaciones más complejas.
Lo importante de este caso es que se trata de 10 pequeños drones que caben en la palma de una mano, pesan unos pocos gramos, pueden enviar video en tiempo real y funcionan todos de manera autónoma, sin ningún tipo de control externo.
La potencia de cálculo ( con el soporte de IA ) la llevan integrada, y se comunican entre ellos para compartir los datos de su entorno, y volar todos juntos en una dirección sin chocarse contra ninguno de los obstáculos que tienen en su camino. Que no son pocos.
Se puede ver el vídeo en: https://youtu.be/L0fJ0EHHfOA
En cuanto se ha difundido en vídeo, enseguida ha habido gente que ha destacado las posibilidades de usar esta tecnología en aplicaciones militares, lo cual es bastante normal, pues la tecnología suele ser bastante genérica y son las aplicaciones las que sirven para unas causas u otras.
Yo prefiero quedarme con la parte positiva de que en un pequeño artefacto volador se puede poner la potencia de cálculo adecuada para que realice diferentes misiones en zonas inexploradas previamente, y sin chocarse contra ningún obstáculo de los que pueda encontrar a su paso.
Y esa labor la puede hacer solo, o en conjunto con otros. Y lo mejor es que según pase el tiempo, la electrónica y los sensores se irán miniaturizando, y por lo tanto sus capacidades de vuelo no harán sino aumentar y mejorar.
El mundo de los drones tiene un gran futuro, pero el uso del espacio aéreo debe de ser gestionado y controlado de manera adecuada. Yo no quiero que me pueda llegar a caer un dron en la cabeza.
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