Uno de los tratamientos más comunes y exitosos para el cáncer es aplicar quimioterapia, pero este tratamiento tiene el problema el que también afecta a las células sanas que rodean a las células enfermas de cáncer y a otras muchas.
Desde hace tiempo se está trabajando en la posibilidad de aplicar “in situ” los medicamentos sobre las células cancerígenas, y una de las posibilidades más prometedoras es por medio de los micro-robots que pueden circular por el torrente sanguíneo y llegar al lugar en que se necesita aplicar el medicamento.
Continuamente aparecen noticias de este tipo y la que hoy comento es una más, pero tiene la particularidad de que los micro-robots que aquí comento se comportan de manera diferente según sea la acidez del entorno en el que se encuentran.
En particular un micro-robot con forma de pez tiene una boca que se abre o se cierra dependiendo de la acidez del entorno, y es útil para llevar un medicamento y depositarlo ( abriendo la boca ) al llegar a un entorno con un menor pH que es donde están las células cancerosas.
Los micro-robots después de ser fabricados se introducen en una suspensión de nano-partículas de óxido de hierro para que adquieran propiedades magnéticas y poder ser después orientadas dentro del cuerpo humano.
Para dirigir al micro-robot por el cuerpo y hacer que llegue a su destino, se aplican campos magnéticos que mueven el robot hacia las células cancerosas. Una vez llegado a su destino, éste abre la boca y deposita el medicamento en la proximidad de las células a eliminar.
Se puede ver un vídeo en: https://youtu.be/-QxioOUyFLg
Es un procedimiento “limpio” y poco agresivo que puede dar muy buenos resultados y mejorar la eficacia en el tratamiento del cáncer y otras enfermedades.
Veremos en el futuro próximo estupendas aplicaciones con los micro-robots en muy diversos campos.
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