Los veranos de 2023 y 2024 han sido un implacable recordatorio de la crisis climática que enfrentamos. Los titulares gritan sobre olas de calor sin precedentes, incendios forestales devastadores y eventos climáticos extremos que se vuelven cada vez más comunes. En medio de este panorama desalentador, es fácil caer en la desesperanza. Sin embargo, en el campo de la energía, un rayo de luz se abre paso a través de las nubes de la incertidumbre: la revolución solar está aquí, y su ascenso no ha hecho más que comenzar.
Si bien es cierto que el cambio climático exige acciones urgentes y drásticas, también es importante destacar las historias de progreso que a menudo pasan desapercibidas. Y en el ámbito de la generación de energía, la energía solar se perfila como un faro de esperanza.
Las razones para este optimismo son varias. En primer lugar, los avances tecnológicos constantes están haciendo que los paneles solares y las baterías sean cada vez más accesibles. Los precios han estado disminuyendo a un ritmo vertiginoso, alrededor del 10% anual, haciendo que la energía solar sea una opción cada vez más atractiva tanto para hogares como para empresas.
Y esta tendencia no muestra signos de desaceleración. De hecho, se espera que los precios continúen bajando en los próximos años a medida que la tecnología madure y la producción a gran escala se vuelva aún más eficiente.
En segundo lugar, la conciencia sobre la necesidad de transitar hacia fuentes de energía renovable está aumentando en todo el mundo. Los gobiernos están implementando políticas para fomentar la adopción de la energía solar, mientras que las empresas y los consumidores buscan cada vez más reducir su huella de carbono y optar por alternativas más sostenibles.
China, el gigante asiático, se ha convertido en el líder indiscutible de la revolución solar. El país no solo es el mayor productor mundial de paneles solares, sino también el mayor instalador de plantas solares. En 2023, más del 60% de las nuevas instalaciones solares a nivel mundial se realizaron en China, lo que subraya el compromiso del país con la energía limpia.
Pero la revolución solar no se limita a China. Según un informe del think tank sobre energía Ember, se espera que la capacidad global de energía solar aumente en un 29% en 2024, alcanzando los 593 gigavatios (GW). Para poner esto en perspectiva, en 2020 la capacidad total instalada de energía solar en el mundo era de 760 GW. En tan solo unos pocos años, la energía solar ha pasado de ser una tecnología de nicho a una fuente importante de energía a nivel mundial.
En la foto inferior se puede ver una gráfica de Ember
Y el futuro parece aún más brillante. Las proyecciones indican que la energía solar seguirá creciendo a un ritmo acelerado en las próximas décadas, impulsada por la disminución de los costos, las políticas gubernamentales de apoyo y la creciente demanda de energía limpia.
Es importante destacar que la revolución solar no se trata solo de números impresionantes o avances tecnológicos. Se trata de construir un futuro más sostenible y equitativo para todos.
La energía solar tiene el potencial de:
. Reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los efectos del cambio climático.
. Crear empleos verdes y estimular el crecimiento económico.
. Brindar acceso a energía limpia y asequible a comunidades remotas y marginadas.
Y lo bueno es que es una energía que no se acaba. Cada día el Sol nos envía 173.000 terawatios de energía a la Tierra, que es 10.000 veces más de todo lo que consumimos en todo el mundo. Es una alternativa energética que hemos de gestionar, complementarla con otras y disponer de alternativas para cuando no luce el sol, cosa que ya existe.
En resumen, la revolución solar está en marcha, y aunque todavía queda un largo camino por recorrer, cada panel solar instalado nos acerca un paso más a un futuro más limpio, saludable y sostenible. A pesar de las noticias desalentadoras ( y muy ciertas ) sobre la crisis climática, la energía solar nos recuerda que aún hay esperanza y que, con determinación e innovación, podemos construir un futuro mejor para las generaciones venideras.
¿ Lo haremos ?