La IA consume cada vez más energía. Google ha aumentado un 51% sus emisiones de carbono y un 27% su consumo eléctrico en solo un año. Y no está sola. A las demás empresas les sucede algo parecido.

Las buenas intenciones no bastan. Las promesas de usar energías renovables o nucleares van más lentas que el despliegue de nuevos modelos de IA.

Vivimos una paradoja. La IA puede ayudar a luchar contra el cambio climático… pero también lo alimenta indirectamente con su alto consumo energético.

¿Limitar la IA o no?:

. No todo uso de IA es necesario. Se utiliza mucho por ocio, entretenimiento o por comodidad, sin valorar el impacto que tiene.

. Pero también salva vidas. IA en investigación médica, predicción climática, eficiencia energética… son usos que sí  pueden justificar su coste ambiental.

Pero no nos engañemos, el problema más grande es otro: nuestro modelo de vida. El consumo desmedido, la obsolescencia programada y una sociedad guiada por el entretenimiento y la inmediatez están detrás de muchas otras actividades contaminantes que ignoramos.

La IA es solo un espejo que refleja una contradicción más amplia: queremos tecnología limpia, barata e instantánea, pero no estamos dispuestos a cambiar nuestro estilo de vida.

¿Qué soluciones son posibles?:

. Eficiencia primero. Invertir en modelos de IA menos voraces y centros de datos optimizados energéticamente.

. Usos con sentido. Priorizar el desarrollo de IA para problemas clave (salud, ciencia, clima), no para trivialidades virales.

. Transparencia de huella ecológica. Mostrar el consumo real de herramientas y modelos IA para que los usuarios puedan elegir con conciencia.

. Inversiones en energías limpias más urgentes. Acelerar el paso hacia energía nuclear limpia, renovables, y reformar redes eléctricas para alimentar el crecimiento tecnológico sin agravar el problema.

. Educación y cultura del límite. No todo avance debe ser automático. Aprender a frenar, elegir y priorizar, también es una forma de evolucionar.

En resumen:

. No se trata de frenar el desarrollo de la IA por completo, sino de redefinir cómo, para qué y a qué costo la usamos.

. Porque si la IA es parte del futuro, también debe ser parte de la solución climática, no del problema.

Y la pregunta que me surge es: ¿ haremos realmente algo, o seguiremos dejando que pase el tiempo ?

Amador Palacios

Por Amador Palacios

Reflexiones de Amador Palacios sobre temas de Actualidad Social y Tecnológica; otras opiniones diferentes a la mía son bienvenidas

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