Si hablamos de Inteligencia Artificial (IA), la imagen que nos viene a la cabeza es la de inmensos centros de datos llenos de servidores, consumiendo ingentes cantidades de energía para alimentar el cálculo. Esta ha sido la cuna de los grandes modelos, pero esa IA centralizada está a punto de enfrentar un cambio radical.

Estamos asistiendo a una de las evoluciones más significativas en el panorama tecnológico: la instalación de la IA en dispositivos portátiles. Esto significa que la Inteligencia Artificial empieza a funcionar sin depender constantemente de la conexión a la nube o de esos mastodónticos centros de datos. Este giro hacia la IA en el borde (Edge AI) puede redefinir nuestro futuro tecnológico.

Si la experiencia de la IA local resulta positiva y, sobre todo, escalable, las consecuencias económicas son difíciles de ignorar.

En un medio plazo, la necesidad de realizar inversiones inmensas en esos gigantescos centros de datos podría reducirse drásticamente. Menos consumo de energía, menos infraestructura, y un modelo de negocio mucho más sostenible a nivel logístico y ambiental. Es un cambio de paradigma que podría agitar los cimientos de gigantes tecnológicos como nunca antes.

Varias empresas de software están trabajando intensamente en esta dirección, y una de las más destacadas es AI21 Labs.   Se puede ver el web de la empresa en  https://www.ai21.com/

Uno de sus productos estrella, que ejemplifica esta tendencia, es el modelo que han bautizado como Jamba 3B. Este modelo tiene la impresionante capacidad de manejar 3 billones de parámetros y procesar hasta 250.000 tokens (un token es una unidad de texto o palabra). Lo realmente crucial es que está diseñado para funcionar en dispositivos móviles como ordenadores portátiles.

Debemos tener algo claro: lo que hoy funciona eficientemente en un laptop, no tardará mucho en tener versiones optimizadas para nuestros smartphones. La miniaturización del hardware y la optimización del software van de la mano.

Un punto interesante del Jamba 3B es que la empresa afirma que su modelo es de código abierto. Esta es una declaración que siempre hay que tomar con cautela. Aunque muchos modelos se anuncian como abiertos, el grado de apertura real puede ser muy limitado, restringiendo la parte más crítica del software o los usos comerciales.

No obstante, esta tendencia de modelos pequeños y eficientes, aunque no sean completamente abiertos, supone una gran democratización de la IA. Al reducir la dependencia del hardware y de las APIs de las grandes corporaciones, se abre la puerta para que empresas más pequeñas puedan jugar un papel relevante. Pueden innovar, crear soluciones personalizadas y competir con los gigantes sin necesitar su infraestructura.

La Inteligencia Artificial se podría liberar de la nube: ¿están los modelos pequeños y potentes a punto de democratizar la tecnología?

Este gran cambio en la evolución de la IA, moviéndose del Cloud al Edge, tendrá consecuencias a medio plazo que aún son difíciles de imaginar por completo. Pero sin duda, parece ser una ruta que nos acerca a una tecnología más accesible y en las manos de todos. Como siempre, el tiempo nos revelará las sorpresas que nos depara la IA.

Pero de momento, me genera un cierto optimismo.

Amador Palacios

Por Amador Palacios

Reflexiones de Amador Palacios sobre temas de Actualidad Social y Tecnológica; otras opiniones diferentes a la mía son bienvenidas

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